Lo primero que vio Let fue la espalda de Joana, estaba apoyada en la mesa de su habitación miraba el juego de ajedrez, pero ella noto a Let antes de que terminara de entrar a su habitación y giro para recibirla.
El cabello de Joana aún estaba húmedo, las mangas cortas de la camisa dejaban a la vista algunos moretones pálidos que subían hasta sus hombros.
La impresión golpeo a Let con fuerza, no había querido llorar frente extraños. Pero en cuanto miro a Joana dejo de sentirse fuerte y la certeza de que su amiga de la infancia había muerto le inundo el rostro de lágrimas.
Let se apoyó en los brazos de Joana con una desesperación desgarradora y desconcertante. Joana solo la abrazo, no sabía que más hacer, se sentía descolocada de la situación, jamás había tenido que consolar a nadie.
Conocía las palabras que normalmente se decía y todas comenzaban con un "lo lamento", pero Joana no dijo nada. Para Joana la situación no terminó tan mal, no lo lamentaba. A ella no le costaba mentir, pero no quería mentirle a Let.
La sostuvo durante minutos. Hasta que el cuerpo de Let dejó de dar espasmos y Joana la sintió suficientemente fuerte como para sostenerse ella misma.
_ ¿Estarás bien?_ le pregunto Joana.
Le parecía una pregunta tonta, pero no sabía que más decir para romper el silencio. Let asintió. Pero sentía que mentía, el cuerpo aún le pesaba.
Y en lo único que podía recordar era que la última vez que había hablado con Caroline, la última vez que habían hablado de verdad, habían discutido con fuerza. Let comenzaba a creer las últimas palabras que le había dicho Caroline, que la había abandonado.
Let no había estado las últimas semanas de Caroline, no sabía que había pasado con ella y hasta cierto punto se sentía culpable de lo que había sucedido. Caroline y ella siempre habían tenido una fuerza que tiraba de ambas, desde niñas eran inseparables, no había recuerdo bueno y malo que tuviese Let que no implicase a Caroline.
Yo la hubiese detenido, si no la hubiese dejado, pensó Let, la abandone.
Esa terrible conclusión la llevo a aferrarse a Joana con todas sus fuerzas. En el momento que la situación de Caroline la sobrepaso, a tal medida que sentía que no podía estar con ella sin romperse al menos un poco, prefiero que Cory fuese una especie de reemplazo e intermediario. Hasta cierto punto también había abandonado a Joana por Dalia. Let se prometió a sí misma no abandonar a nadie más por más dura que fuese la situación.
Trato de recomponer sus piezas. Lo que menos necesitaba Joana eran sus lágrimas.
_ ¿Por qué miras tanto el juego de ajedrez?_ pregunto Let.
Let se encogía sobre el pecho de Joana como si fuese una ardilla en busca de calor. Joana la sentía tan frágil que creyó que la única forma de ayudarla era haciendo que pensara en algo más.
_Cuando era niña mis padres notaron que aprendía rápido, mucho, me llevaron a especialistas, me hicieron estudios, yo solo pensaba de una forma diferente. A mi maestro no le gustaban muchos los niños, pero le gustaba el ajedrez. Desde que tengo memoria pienso como si mi vida fuese un tablero y las personas que conozco las fichas. Los movimientos, la planeación, todo lo hago a base de un juego que se juega en mi mente.
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Sombra Roja (Trilogía Fantasma libro 2)
General FictionJoana Valera piensa que ha alcanzado su libertad y que su más grande desafío es recuperar a Let, pero su peligroso pasado la absorbe y sus antiguos rivales regresan, para mostrarle que todo lo que creía era una mentira. Ella tendrá que trabajar en e...