Sombra Roja (Trilogía Fantasma libro 2)

Capítulo 31

Exigencias para este capítulo, si puedes leerlo con la música hazlo.

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El armario de Elegante tenía las dimensiones de un apartamento pequeño. Y él se movía de un lado a otro como si fuese un adolescente nervioso en busca de su mejor ropa para su primera cita.

Lo único que evitaba que Olivia no exteriorizara toda su impaciencia y exasperación, era que no olvidaba lo peligroso que era Elegante.

Desde que le había pedido que fuese a la Colmena a ver a Joana, él no se mostró nada sorprendido y accedió con demasiada frescura, pero había insistido mucho en que tenía que vestir para la ocasión.

_ ¿Sabes? Me gusta mucho el color, pero hoy quiero lucir también en negro como nuestra amiga Joana. Pero tampoco quiero algo tan sólido_ vocifero Elegante.

Olivia se apoyó de la pared y dio un largo respiro, no podía importarle menos lo que vistiera Elegante.

Era la primera vez en un año que lo veía y estaba exactamente igual, aunque había dejado crecer su cabello y tenía algunos mechones tranzados con pequeñas cuentas doradas. Estaba en ropa interior roja con un kimono de seda de flores rosadas.

_Debería de mezclar texturas, usare algo de cuero, terciopelo y seda ¿Qué te parecer?

Que debes de estar viéndome la cara, pensó Olivia.

_ ¡Genial!_ vocifero Olivia con el poco entusiasmo que pudo reunir.

Olivia miro a Elegante vestirse sin mucho interés. Él se movía con gracia y confianza como si estuviese completamente solo. Hizo varios cambios de conjunto hasta que se decidió por pantalones negros con las rodillas rasgadas, pero aún le faltaba la camisa y los zapatos.

Ella lo había visto el tiempo suficiente para notar que sus ojos vagaban con cierta pereza hacía el reloj de la pared. Olivia dejo pasar el gesto las primeras veces, hasta que se volvió algo que no pudo ignorar.

Elegante se decidió por usar un chaleco de terciopelo negro, con rosas negras que bajaban desde los hombros.

_Oye ¿Qué tan bien usas el delineador? Yo apenas estoy aprendiendo_ dijo mientras aplicaba la tinta alrededor de sus ojos con cierta duda.

No había hecho una línea perfecta, pero se notaba que había adquirido la destreza de hacerlo lucir decente.

_ ¿Qué te pasa con la hora?_ pregunto Olivia.

A Elegante no le sorprendió su pregunta, no había sido exactamente discreto.

Él se colocó una pesada gabardina negra, y dio un giro teatral hacia Olivia.

_ ¿Qué pensarías si te diría que es cuestión de tiempo de que todo tu mundo se derrumbe?