Capítulo 27

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Caroline trenzaba el cabello de Harry. El niño era una masa que sucumbía por su propio peso, estaba medio dormido entre sus piernas. Ella tenía que apoyar todo su peso en su pecho para mantenerlo erguido.

Harry luchaba por abrir los ojos, por mover sus brazos y piernas, no reconocía a la persona que lo tenía, jamás había escuchado esa voz y jamás había olido esa piel. Él se sentía fuera de sí, como si flotara en un mar brumoso y oscuro.

Caroline escuchaba la corriente del río bajo el puente, y lo escuchaba con tanta atención que no escucho los motores que se acercaban.

No les prestaba atención. Su único interés era terminar de trenzarle el cabello de Harry para ir a nadar.

Joana y Let bajaron de la motocicleta de un salto. Cory y Olivia no habían todavía bajado del auto de él, cuando Joana corrió hacia Caroline y Harry.

Veía a su pequeño y hermoso hermano con los ojos volteados y la baba saliéndose de las comisuras de los labios, su respiración era tan superficial que Harry parecía más muerto que vivo.

Joana recordó todo el karma que aún no había pagado. Perder a Patrick no sería nada en comparación con perder a Harry.

Harry, al que le había enseñado a leer braille; Harry, al que había cuidado noches enteras en vela cuando tenía fiebre; Harry, al que había terminado de alimentar con biberón; Harry, al que le había enseñado a caminar; Harry, al que le había dicho mamá antes de decirle hermana.

Caroline noto que se acercaban, y aunque el aturdimiento por las drogas no la dejaban reconocer del todo la amenaza, si sintió que el peligro se acercaba.

Cargo a Harry con fuerza y corrió hasta colocarse al lado del borde del puente, allí donde la baranda estaba rota y solo necesitaba un paso para caer.

Allí, dónde el carro de su padre choco y cayó.

Joana se detuvo de golpe. El río era famoso por sus corrientes fuertes y por tragárselo todo y regurgitarlo en la boca del río, donde el agua era más mansa.

_ ¡Caroline! ¡¿Qué haces?! ¡Ven aquí!_ vocifero Let en un intento de mediar con Caroline.

_ ¿Qué hacen ustedes?_ inquirió Caroline.

Cory y Olivia se habían acercado. Él apenas fue capaz de reconocer a Caroline, muñecas ensangrentadas, mirada errática y se aferraba al niño con tanta fuerza que no dudaba que le costaba respirar.

Cada uno se fue moviendo. Let noto que de alguna forma la habían rodeado. Joana trataba de acercarse por un costado y lo hacía tan lento que apenas parecía moverse.

El rostro de Joana era una máscara indescifrable de hielo. Let no conocía todo lo que ella era capaz de hacer, todo lo que había hecho, pero en ese momento no sabía si temía por Harry o por Caroline.

_Caroline ven conmigo_ vocifero Cory dando un paso al frente, sentía que debía de llegar a ella antes que Joana.

Caroline sacudió la cabeza con más fuerza y retrocedió. Su talón quedo en el borde y todos contuvieron el aliento. Caroline los observo a todos pero sus ojos se quedaron en Let.

Esos ojos azules, tan claros y despejados les eran tan familiares como los suyos propios.

_Háblale_ le murmuro Joana a Let.

Let no quería ser del todo participe de cualquier plan que tuviese Joana, pero no se sentía capaz de negarse, no quería saber de lo que era capaz Joana si algo le pasaba a Harry y ella no ayudaba.

_Caroline ¿Por qué estás haciendo esto?_ pregunto Let.

La mirada de Caroline se endureció. Estaba molesta, como si Let le hubiese recordado una antigua riña.

_ ¡Porque Patrick y tú me dejaron!

_Yo no te deje, y Patrick no decidió morir, decidió salvarte_ vocifero Let.

Se sentía algo cansada, había visto a Caroline sucumbir poco a poco, primero había estado con ella en cada sesión de rehabilitación, se aseguraba que iba y participara. Luego llegaron las peleas, cuando encontró las pastillas de Caroline escondidas en las suelas de los zapatos. Y por último llego el momento de la ruptura, Caroline y ella habían pelado, se habían golpeado, y después de eso ya no hubo marcha atrás.

Let sentía que su amiga no era su amiga, que Caroline jamás había salido con vida de esa piscina.

_ ¿Sabes? Una parte de mí siempre quiso besarlo_ confesó Caroline _Incluso cuando estaba en el ataúd, lucia muy guapo y tranquilo

_Eso es bastante perturbador Caroline_ trato de bromear Let.

Quería que Caroline se sintiese reconfortada para que se acercara.

_Es que no se veía muerto, se veía dormido. Creo que todos los Valera se verían hermosos dormidos.

Let no quería probar la hipótesis de Caroline.

_A Patrick no le gustaría que le hicieras daño a su hermano_ Let trataba de apelar al único lado de Caroline que parecía consciente.

Al lado que se aferraba a la memoria de Patrick.

_ ¿Tú qué sabes?_ Caroline miro fugazmente a Joana, ya estaba tan cerca que si estiraban los brazos podían tocarse _Si no has perdido nada que no hayas podido recuperar.

Caroline espero que estuviese aún más cerca, para entregarle a Harry. Joana sintió todo el peso de su hermano en sus brazos. Harry ya no era un bebé, era un niño alto y aunque delgado era mucho peso para Joana.

Olivia fue la primera en reaccionar, tomo a Harry y ayudo a Joana a colocarlo en el suelo. Joana sentía que ya estaba todo en control, estaba suficientemente confiada como para darle la espalda a Caroline y darle toda su atención a su hermano.

Lo que paso luego fue tan rápido que nadie puso haberlo evitado, ni siquiera la misma Joana.

Caroline rodeo con sus brazos la cintura de Joana y tiro de ella con todas sus fuerzas y su peso.

Joana se encontró sorprendida y lo único que pudo hacer fue soltar a Harry para no llevárselo consigo.

Caroline se lanzó aferrándose tanto a Joana que solo la fuerza del agua la arranco de sus brazos.

Sombra Roja (Trilogía Fantasma libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora