Sombra Roja (Trilogía Fantasma libro 2)

Capítulo 4

Joana sacudió el pie derecho una vez más, no se acostumbraba al peso de la tobillera. Era tan molesto que ahora era capaz de entender porque los perros tiran de una correa.

_ ¿Has encontrado algo interesante en esa ventana?_ la voz de Carlos a su espalda la desequilibro.

Él había irrumpido en el momento que más esperanzada de su libertad se había sentido, y se la había arrebatado tan rápido que Joana se sintió aturdida cuando le coloco la tobillera.

No le dejo estar más de unos pocos minutos con su hermano y con Let, con la promesa de que los visitaría pronto aunque eso era algo que ni ella misma sabía.

Carlos simplemente la había sacado de la casa con la tobillera en su pierna derecha y la había llevado a los que él llamaba la Colmena. Todo un complejo de edificios construidos a las afueras de la ciudad.

Carlos la llevo directamente a una habitación que Joana reconoció como suya, había cosas de su antigua casa allí, alguien se había esforzado en que luciera hogareño y al igual que el resto del edificio había fracasado.

Joana veía los jardines del complejo, las orquídeas bordeaban caminos de piedra y eran tan coloridas que sentía que le escocían los ojos.

_ ¿Qué hay detrás de ese muro?_ pregunto Joana.

Los jardines eran cortados por un muro ridículamente alto.

_Más edificios_ la respuesta escueta de Carlos fue el impedimento de Joana para seguir preguntando.

Era suficientemente inteligente como saber que había cosas que no debía saber.

_ ¿Ahora si puedo saber de qué se trata el programa?_ pregunto Joana.

_Cuando fuiste a prisión. Prácticamente pusimos tu casa de albergue de cabeza.

Joana miro la habitación, era amplia, la cama y las estanterías no eran suyas, pero las sábanas, y algunos libros si lo eran. Sobre su mesa de lectura estaba un juego de ajedrez de madera. Joana tomo al rey blanco.

_ ¿Y?

Ese no era su juego de ajedrez.

_Y, que este es un ingenioso lugar para esconder la información valiosa.

Carlos coloco los retazos de tela sobre la mesa. Joana no necesito mucho esfuerzo para reconocer la tela blanca del revestimiento interior de su mochila. La habían descosido para leer el interior.

_Un ingenioso lugar para tener un diario_ concluyo Carlos.

Carlos miraba cada reacción de Joana, y como siempre solo veía el rostro de alguien serio.

_ ¿Y?

_Vigilabas la mitad de la ciudad, y tus observaciones las anotabas en el interior de tu mochila. Tengo curiosidad de ¿cómo llegaste a esa conclusión?

Joana miro su letra sobre la tela, la palabra sombra era como repetición nerviosa en cada oración.

_No creía que alguien cuerdo leería sobre sombras raras en las calles de la ciudad sin que me manden a un psiquiátrico. Además a Fantasma no le importaban_ respondió Joana.

_Y tú solo seguías órdenes de Fantasma. Cualquiera pensaría que eras la más leal del mundo.

Joana devolvió al rey blanco a su lugar.

_ ¿De qué se trata el programa?_ volvió a preguntar Joana.

_De lo que lo que Fantasma quería ocultarte.

_Él me quería ocultar muchas cosas ¿podrías ser más explícito?

_ ¿Sabes lenguaje de señas?_ dijo Carlos ignorando su pregunta.

Joana lo miro desconcertada, no entendía el rumbo de la conversación.

_No.

Carlos fue a la pequeña biblioteca de la habitación y tomo tres libros tirándolos a la cama de Joana.

_Tienes el resto del día y la noche para aprender lenguaje de señas. Mañana conocerás al resto del equipo, y aprende bien una de ellas es muda.

Carlos comenzó a caminar hacia la puerta. Joana seguía desconcertada y sin terminar de entender lo que sucedía, posiblemente era la persona más inteligente en toda la ciudad pero no era adivina.

_No salgas de tu cuarto. Alguien vendrá a traerte comida. Y no te preocupes por tu novia y tú hermano, los verás.

_ ¡¿Carlos?!

_ ¿Sí?

_ ¿Tiene algo que ver con las sombras?_ a Joana incluso la pregunta le parecía absurda, pero la conversación se había trasformado a tal punto que ya no parecía tan absurda.

_Todo tiene que ver con las sombras.