Черный ✬ Альфа || Volkacio

четырнадцать [14]

Al escuchar el nombre de "Nadando", el chico reaccionó de forma muy distinta y aunque anteriormente había negado que pudieran hablar con Ramen. ahora la situación era completamente distinta. Yuu y Gustabo se habían quedado solos en la parte de la tienda, mientras el chico de ropajes rosas se había ido a la trastienda con aquellas indicaciones, pero no tardó demasiados minutos en regresar: Lo cual o podía ser muy buena señal o todo lo opuesto.

—El jefe os espera en la trastienda, pero por seguridad os tengo que cachear antes.

Yuu, buscando algún tipo de confirmación, simplemente miró de reojo a Gustabo, quien asintió con el rostro de manera muy disimulada. Ambos hombres entonces colaboraron al subir los brazos y dejarse cachear, terminando rápido con aquella tarea porque no portaban consigo nada peligroso y así poder continuar al interior de la tienda.

La parte visible de la tienda era pequeña, por lo que ninguno de los dos podría haber llegado a imaginar que la trastienda estaba vinculada con el resto del edificio y les pertenecía entero: Gozando de un gran almacén y sin poder ver para que se emplearían los departamentos de los pisos superiores.

Yuu quedó fascinado por la gran cantidad de tanques que almacenaban partes de Kaiju destinadas al contrabando, pero es que ni el ejército tenía aquella cantidad de especímenes y para ser sincero, para ser un grupo de contrabandistas: Su tecnología era muy avanzada y estaban realizando un trabajo a la perfección. Si almacenaban la sangre de la misma forma, el japonés estaba seguro que no podrían estar comprando a una calidad mayor: Sería imposible superar esos estándares.

Por otra parte, Gustabo estaba más concentrado en las personas que allí podían encontrarse, pero por el momento solo podía observar la silueta del chico que había decidido intervenir para que Gringo no le pegase un tiro. Esperaron en una gran sala central donde Gringo se encontraba sentado en el suelo de un rincón, alejado, pero al mismo tiempo expectante.

El anfitrión todavía tardó unos minutos en llegar y Yuu al ver su aspecto, pensó que no importaba todo el tiempo que les pudiere haber dejado esperando: Nunca estaría preparado para esa imagen. Lo único en que "Ramen" coincidía en la imagen mental que se había creado era que era asiático, en todo lo demás, era una gran sorpresa.

No sabía que le podía haber ocurrido a aquel hombre en el pasado, pero gran parte de su cara estaba quemada y por el color de uno de sus iris, estaba seguro que estaba ciego de un ojo. Si su rostro no era suficientemente intimidante, también había perdido un brazo y en su lugar había un brazo mecanizado de alguna aleación que no era capaz de determinar a simple vista. Ramen no parecía ser un hombre cuyo aspecto le hiciera sentir inferior, de lo contrario no habría decidido vestirse con una camiseta de tirantes con la cual se podía incluso determinar donde empezaba el muñón de su brazo y qué era artificial. Yuu tragó saliva.

—Invitados de Nadando, ¿eh? —Ramen anduvo un poco y entonces, fue cuando Yuu se fijó que había algún tipo de fallo en el movimiento de su brazo artificial. —¿Cómo estal él?

—De una pieza. —Respondió Gustabo, llevando la voz cantante como se le había atribuido.

—Me silve. —Ramen se intentó cruzar de brazos pero el gesto le quedó algo raro. —¿En qué os puedo ayudal?

—Necesitamos Kaiju azul, todo lo que tengas.

El Chino pensó durante unos segundos, para preguntar al chico que les había acompañado y al que llamó "Toné" qué cantidad exacta tenían en esos momentos en los almacenes. No le sorprendía que no pudieran manejar esos datos mentalmente, pues la cantidad de órganos de Kaiju que tenían seguro que era descabellada y Yuu parecía cautivado por las muestras que podía ver en esa sala. Sin embargo, antes de que el chico pudiera ir a por el inventario, Gringo habló desde el rincón en el que se había aposentado.