Черный ✬ Альфа || Volkacio

девятнадцать [19]

La relativa normalidad regresó el día posterior a que Volkov saliera del ala médica: No volvieron a tocar el tema de su salud y volvieron a verse a menudo en los hangares del Cherno Alpha, pero siendo bastante formales en sus temas de conversación, nunca decantándose por temas personales porque estaban rodeados de otros compañeros de trabajo. No creía que Volkov le estuviera ignorando o le estuviera rehuyendo, porque había visto aquella actitud en el pasado y ahora probablemente lo único que estaba haciendo era no ponerse personal en un lugar con más gente. Si bien Horacio tenía muchas dudas en su cabeza, tampoco sabía si encarar aquel tema nuevamente porque cada vez que pensaba en ello, sus ojos se llenaban de lágrimas.

Sin embargo, Horacio tenía claros sus sentimientos por Volkov y ahora que sabía que era en parte correspondido, no quería dejar de luchar por ellos así que no quería basar sus interacciones en una simple relación laboral; Sobretodo cuando había notado que compartía una dinámica que el ruso no tenía con nadie más. Así que aprovechó después de una comprobación para acercarse a su compañero antes de que decidiera volver a resguardarse en su habitación.

—Volkov, ¿Podemos hablar un momento a solas? — El comentario llamó la atención del ruso, quien asintió.

—¿El vestuario le va bien? ¿O nos retiramos después de cambiarnos a otro lugar?

—Supongo que ahí está bien... —A pesar de que a Horacio no le hacía mucha ilusión hablar de temas más o menos importantes en un vestuario, lo cierto es que en el cuartel tampoco es que hubieran demasiados lugares ideales para estar solos.

Si que era cierto que podía respirar con un poco más de tranquilidad al ver que Volkov parecía encontrarse mejor y que volvía a ser un poco "el de siempre". También le parecía alucinante que pudiera andar con el traje de piloto con aquella naturalidad, pero lo había estado usando por muchos más años que él, así que seguramente sería como su segunda piel.

Al llegar al vestuario, Volkov se sentó en una de las banquetas con una actitud relajada, esperando que fuera Horacio quien iniciase la conversación.

—Oh, hm... A ver... Que conste que no me gusta aprovechar de lo que sé por las derivas pero siento que estaremos estancados por una eternidad. — Volkov simplemente le miró con expectativa, sin llegar a lucir molesto por aquella revelación. — Tu me gustas, ¿Yo te gusto?

Se percató demasiado tarde que había sido demasiado directo, Volkov le miraba sorprendido y sus mejillas se habían teñido de un leve color carmín, separando la mirada por unos segundos hasta responder honestamente. —Sí.

La cuestión es que probablemente Horacio no se esperaba una respuesta tan honesta y tuvo que pensar como reenfocar de nuevo la conversación para que continuase fluyendo. — En los últimos días he pensado... Si me gustas y yo te gustas... ¿Porqué no estamos juntos? ¿Es porqué estás enfermo? —No debería haberlo preguntado de una manera tan directa y frontal, pero realmente era la idea que a Horacio le preocupaba y aquella era en la forma que le había salido del pecho, lo que provocó que Volkov suspirase profundamente y se pasase la mano por el pelo como un signo de nerviosismo.

—Es... complicado. En parte sí. —Volkov se notaba dolido cuando hablaba del tema, una reacción que Horacio habría esperado de cuando había hablado de su salud, pero que no pensaba que vería porque hablase de sus sentimientos. —No se trata solamente de que no voy a vivir mucho tiempo, también está el hecho de que estamos muy involucrados en la guerra y ya ha visto lo que ha sucedido a la mayoría de pilotos. De todas formas nunca pensé que mi vida fuera a ser muy longeva, usted tiene un carácter radiante, así que no debería estar con alguien como yo.