Horacio estaba dejando de ser aquella luz que brillaba entre aquellos tiempos tan oscuros. El muchacho siempre había sido la sonrisa que había iluminado en los momentos más estresantes, pero poco a poco se estaba apagando y la mayoría de sus compañeros se estaba percatando de ello. Obviamente el propio Horacio era consciente de ello: No se había sentido así de desanimado en mucho tiempo, pero habían tantas causas por las que estar deprimido que no podía ignorarlas todas.
En algún momento pensó en intentar pedirle a Armando que le pusiera en contacto con Gringo, pero esa idea desapareció rápidamente de su mente. Gringo le había pedido expresamente en su carta que no le buscase, así que tendría que respetar su petición. Era curioso como en un cuartel donde conocía a tantas personas y había muchas de ellas a las que podía considerar buenas amistades, Horacio se sentía solo.
Mientras que su mente quería aferrarse a la idea de no dejar que Gringo desapareciese de sus recuerdos, a su mismo tiempo evitaba a Claudio y a Volkov. Sus sentimientos eran confusos y si no era capaz de por si mismo tener una idea clara de lo que quería, exteriorizarlos con las personas que influían en ellos todavía era más conflictivo. La cuestión era que evitar a Claudio era relativamente fácil, pero con Volkov las cosas se complicaban: No podía dejar de verlo a diario por cuestiones de trabajo y Horacio ya le había llamado la atención por haber sido ignorado, no tenía sentido que le ignorase él ahora.
Sin embargo solo podía mantener una apariencia neutral cuando estaba ocupado con sus tareas o cuando se mantenía distraído hablando con otras personas, en el momento en el que estuviera a solas y sin nada que mantuviese a su mente alejado de sus pensamientos intrusivos: Horacio se venía abajo. Así es como había terminado llorando en los vestuarios mientras se cambiaba antes de dirigirse al hangar, pensó que su ausencia no sería relevante pues tampoco se le necesitaba específicamente para una maniobra, pero al ver entrar a Volkov buscándole en el vestuario, supo que no fue así.
Sus miradas se entrecruzaron por unos breves segundos; Horacio con los ojos llorosos y bajando el rostro tan rápido como pudo, Volkov sorprendido y de cierta manera, con dolor por ver a Horacio de esa forma. El ruso se quedó clavado en su sitio, sin moverse y Horacio no tuvo ni que mirarle de reojo para saber qué le ocurría: Probablemente no sabía como consolarlo. El muchacho intentó calmarse, pasando sus puños para secarse las lágrimas, pero solo conseguía enrojecer más su rostro.
Pasados unos segundos, el ruso se acercó a él con cierta duda y buscando en sus bolsillos, sacó un pañuelo que ofreció a Horacio, quien lo aceptó con una sonrisa forzada. Volkov se sentó a su lado, en un silencio que Horacio rompió al sonarse la nariz con el pañuelo blanco con líneas azul marino. ¿Quién llevaba pañuelos de tela en el bolsillo hoy en día? Pero tenía que admitir que había sido de ayuda.
—¿Le molesta que me quede? No quiero dejarle a solas si está mal... —Volkov preguntó con cierta timidez y no era capaz de mantener la mirada fija a los ojos de Horacio, pero cuando este negó con la cabeza, supo que Volkov lo había visto.
Incluso si Horacio hubiera querido decir palabra alguna en aquel momento, los sollozos se lo hubieran impedido, así que aprovechando la extraña compañía que Volkov era, apoyó su cabeza en el hombro del mayor y cerró los ojos. Incluso si no era la primera vez que tenían esa cercanía, Horacio seguía pensando que quizás la reacción de Volkov sería sentirse tenso, pero más lejos de la realidad: El ruso le rodeó con uno de sus brazos, mientras con la mano del brazo opuesto le acariciaba el rostro, apartando sus lágrimas.
—Respire hondo y deje su mente en blanco. Como si no existiera nada que pudiera molestarle en estos momentos. —Instantes atrás, el ruso se veía inseguro de como proceder para calmar a Horacio, pero ahora su voz sonaba segura a la par que calmada y esa sensación fue capaz de tranquilizar al muchacho con el transcurso de los minutos.
ESTÁS LEYENDO
Черный ✬ Альфа || Volkacio
Научная фантастикаPacific Rim AU. Aleksander Ivanov, piloto de Cherno Alpha, muere en una operativa y deja a su compañero, Viktor Volkov, con la necesidad de encontrar un piloto que ocupe su lugar. El cadete Horacio Pérez no estaba preparado para ser nombrado como ta...
