Los sentimientos de Horacio eran una completa dualidad; La mayor parte del tiempo sentía un miedo que le extenuaba, porque ya era evidente que no solamente los pilotos se estaban preparando para lo que estaba por venir, sino que todos los profesionales del cuartel estaban sufriendo en mayor o menor medida el desgaste de la guerra. No importaba si los encuentros que habían tenido con los Kaiju eran pocos, la guerra también tenía otras maneras de llevar una situación límite con las pocas provisiones con las que se contaban en el mundo entero y una población que no tenía formas de sustentarse por sí sola, por lo que la milicia había tenido que intervenir en muchas revueltas también.
Pero por otra parte, Horacio se sentía como si estuviera flotando encima de una nube por la sensación que le había producido estar en un nuevo noviazgo con Volkov. En su día a día no era que su dinámica hubiera cambiado en absoluto, porque Volkov se negaba a dar muestras de afecto en público o a mencionar ese hecho ante otras personas, pero era extremadamente atento con sus actos cuando estaban a solas y aquello a Horacio, le era más que suficiente.
Sin embargo había un cabo que atar que Horacio había dejado suelto por mucho tiempo: Claudio. Cuando su corazón se había convertido en una vorágine de sentimientos que no había sido capaz de confrontar, simplemente había decidido evitar tanto a Volkov como a Claudio y ahora que había solucionado las cosas con el ruso, creía conveniente que también hablase con el médico, pues seguía considerándolo un buen amigo a pesar de todo. Le había enviado mensajes para quedar, pero al parecer los horarios de trabajo de Claudio eran un completo desastre y Horacio se había tenido que esperar unos días para poder coincidir a una hora normal para desayunar en la cafetería juntos.
El médico ya le había advertido que podía que se retrasase y que en todo caso, podía ir comiendo mientras le esperaba y con una bandeja en mano, Horacio decidió hacer caso a esas palabras y buscar una mesa tranquila en la que pudieran hablar sin problemas. Empezó a comer a solas hasta que minutos más tarde apareció su acompañante; Claudio no lucía con su habitual sonrisa tranquilizadora, sino que con un rostro sin maquillaje era fácil contemplar las ojeras que se formaban en su rostro y la apariencia cansada que transmitía.
—No me imaginaba que estuvieras tan cansado... Si me lo hubieras dicho más claro, te hubiera dejado descansar un poco más hasta que te tocase trabajar. — Porque en tiempos como aquellos, tener un par de horitas para dormir, se agradecían.
Claudio negó con la cabeza y se sentó frente a Horacio. —No te preocupes, además, hacía tiempo que no nos veíamos y en algún momento u otro tenía que desayunar.
Horacio se rascó en la nuca como acto nervioso, haciendo una mueca extraña. —¿Perdón por ignorarte? Demasiadas cosas en poco tiempo, te tengo que contar mucho.
Claudio lució sorprendido pero a la par que curioso. —¿Por fin el ruso se ha atrevido a dar el paso?
—No exactamente... Tuve que presionarlo bastante, ¡Pero ya somos novios!
Cualquiera podría imaginar que Claudio luciría celoso por las nuevas noticias, atendiendo a la relación de tipo sexual que había mantenido con Horacio, pero lo cierto es que se veía bastante divertido por los hechos. —Vamos que tuviste que casi arrojarlo por un precipicio para que aceptase sus sentimientos, ¿no? Sonará raro viniendo de mi, pero me alegro por vosotros.
—¡Gracias! Aunque me da vergüenza que hubiera sido tan evidente con mis sentimientos como para que te dieras cuenta desde el minuto cero que me gustaba Volkov. —Era un tema que entre ellos habían comentado hasta la saciedad, así que era el momento de aceptarlo.
De todas formas Claudio negó con la cabeza y realizó un gesto con la mano para quitarle importancia al asunto. —Aprovecha para ser feliz cuando no estés de servicio, ya sabes, la guerra se está poniendo fea.
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Черный ✬ Альфа || Volkacio
Khoa học viễn tưởngPacific Rim AU. Aleksander Ivanov, piloto de Cherno Alpha, muere en una operativa y deja a su compañero, Viktor Volkov, con la necesidad de encontrar un piloto que ocupe su lugar. El cadete Horacio Pérez no estaba preparado para ser nombrado como ta...