Horacio se estaba maquillando y arreglando para aquella noche especial; los anteriores días habían sido tranquilos y con ello, Horacio no había tenido problema para sacar un hueco en aquella noche para irse a una cita. Desgraciadamente no era como si tuviera capacidad para abandonar la base militar, pero se las ingeniaría para pasar un buen rato de todas formas.
Tenía que admitir que en parámetros generales: A Horacio no le gustaban especialmente las citas. Él era coqueto y le gustaba que las miradas a su alrededor se fijaran en él, pero nunca se había sentido especialmente atraído a la idea de mantenerse al lado de una misma persona en cuanto se refería al campo romántico. Lo habían usado en muchas ocasiones y le habían partido en corazón en otras cuantas, así que si Horacio tuviera que focalizar sus intereses, serían simplemente pasarlo bien.
Desde que había conocido al Doctor Muerte había estado coqueteando con él. Probablemente no se equivocaría si decía que consideraba a Claudio como un amigo, uno especial con ciertos derechos, pero un amigo. Era fácil hablar con Claudio y era alguien que siempre trataba de levantarle los ánimos y no podía evitar sentir cierta complicidad con él.
Lo que más le molestaba de toda aquella situación era no poder usar ropa demasiado llamativa dentro de la base, así que se tuvo que conformar usando unos pantalones negros demasiado ajustados y una camiseta de manga corta con un logotipo en el pecho bastante llamativo mientras que las deportivas eran de color rojo fuego, como su pelo.
Si no estuvieran en un mundo en guerra por culpa de grandiosas criaturas que destrozaban ciudades, Horacio estaba seguro que le hubiera encantado tener un plan casual con Claudio tipo ir a cenar a algún lugar agradable y luego terminar en su departamento, porque ambos hombres no eran estúpidos y sabían con qué intenciones iban a esa cita. La cuestión es que Horacio tampoco quería pasearse con su cita por las zonas comunes y en ese momento, agradecía que con Segismundo y compañía hubieran intentado examinar cada rincón de la base en búsqueda de problemas.
Quedó en un pasillo poco concurrido con Claudio y cuando se estaba dirigiendo hacia allí, sentía ciertas mariposas revolotear en su estómago. Estaba nervioso y alegre a la vez, ya que desde que habían llegado a la base, nadie se había fijado de esa manera en Horacio y el chico anhelaba ese tipo de tonteo.
Fue el segundo en llegar y le sorprendió ver que Claudio se había maquillado también para la cita, pero no era maquillaje convencional, sino que había una calavera en su rostro. Claudio le había mostrado imágenes de su época universitaria donde lucía con ese aspecto macarra y Horacio no había podido evitar sentirse muy atraído por ese aspecto, obviamente, se lo había mencionado a Claudio.
Horacio lucía una sonrisa boba en su rostro y Claudio correspondió con una sonrisa sincera. ¡El Doctor se veía muy guapo! No solo por el maquillaje, había elegido vestir con camisa y ese toque elegante le quedaba de lujo.
—Veo que ha sido una buena idea elegir el look calavera, aunque no estoy ni la mitad de guapo que tú con esa cresta.
—¿Qué dices? ¡Estás guapísimo!
La felicidad de Horacio era contagiosa y ese buen humor alcanzaba a Claudio en cuestión de segundos. — ¿Cuál ese plan secreto que tanto me has escondido?
Entonces Horacio tomó de la mano a Claudio y le pidió que le siguiera, era algo estúpido porque por primera vez en mucho tiempo, se sintió como un adolescente sin responsabilidades que se podía escapar de la mirada de los adultos para irse a besar con un chico guapo en un rincón escondido. En ese momento no importaba que fuera el piloto del Cherno Alpha, no importaba todas las miradas centradas con altas expectativas en él: En ese momento podía ser simplemente Horacio, quien solo quería pasar un buen rato con un chico guapo como era Claudio.
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Черный ✬ Альфа || Volkacio
Ciencia FicciónPacific Rim AU. Aleksander Ivanov, piloto de Cherno Alpha, muere en una operativa y deja a su compañero, Viktor Volkov, con la necesidad de encontrar un piloto que ocupe su lugar. El cadete Horacio Pérez no estaba preparado para ser nombrado como ta...
