двадцать один [21]

3.1K 517 572
                                        

Era difícil no entrar en pánico teniendo en cuenta todo lo que estaba aconteciendo; La batalla final estaba por aproximarse y aunque en el pasado Volkov le había dado la oportunidad, Horacio había decidido permanecer como piloto y a pesar que estaba dispuesto a dar todo de sí para ganar esa guerra, también había que tener en consideración que él era joven y le daba miedo poder llegar a perder la vida en esa peligrosa misión. Todavía quedaba aproximadamente un mes para que estuviera, probablemente, en medio de la batalla más importante de su vida, pero a pesar de que todavía era algo lejano; Horacio vivía el día a día teniendo pensamientos que le atemorizaban.

Además había un punto de inflexión muy importante: Horacio no era ruso, si bien había sido muy influenciado por el idioma y costumbres por culpa de las derivas que realizaba con Volkov, no había que perder de vista que en su interior, Horacio tenía sus propios principios e ideales que diferían mucho de estos. Sabía que los rusos peleaban por el honor a su patria y que morir en el campo de batalla era un gran orgullo para ellos: ¿Para Horacio? La muerte era simplemente el final, incluso si era por un buen fin como el de ganar una guerra y que los demás pudieran vivir en paz, igualmente no podría coincidir en ese punto de visión.

Por eso el gran temor que recorría su mente esos días era que Cherno Alpha carecía de capsulas de escape para los pilotos, era el único Jaeger que tenía esa característica y era por eso, por el pensamiento ruso por parte de sus creadores.

A pesar de el último encontronazo con Volkov en el que los sentimientos de ambos se encontraron en un camino sin salida, irónicamente los dos hombres estaban compartiendo más tiempo juntos de lo que era habitual y en ese momento, se encontraban comiendo a solas en la sala común del ala rusa por el simple hecho de que era de madrugada.

Está demasiado callado, Horacio. —Una actitud que sería habitual en Volkov, pero no en Horacio, pero le llamaba la atención que el ruso lo expresase en alto... ¿Estaría preocupado por él?

Horacio hundió su rostro entre sus manos, agachando el mismo para que no se pudiera leer su expresión pero era obvio que estaba agobiado. —No puedo evitar pensar a todas horas... —Confesó con un fino hilo de voz.

¿Quiere hablar de ello? Quizás le hace bien exteriorizarlo.

Nunca habría imaginado que el frío ruso con el transcurso de los meses mostraría aquel tipo de actitud frente a él, aunque si Horacio miraba desde su propia perspectiva, probablemente también notaría una diferencia en cómo se se relacionaba con Volkov. Horacio apoyó su cabeza sobre la mesa, ladeando un poco su rostro para dirigir su mirada de forma incomoda al otro hombre. —No lo sé, es de estas cosas que no se solucionan. Ser piloto de Jaegers supone que tienes que enfrentarte a situaciones súper peligrosas, ¿no? Ahora no puedo acobardarme por ello... pero saber que los otros Jaegers tienen capsula eyectable y nosotros no, me da miedo, que osea ya sé que es por vuestros ideales pero yo no me he criado como un niño ruso...

Volkov asintió levemente con el rostro. —Recuerdo que en el pasado esa idea ya le daba miedo. Lamento que Cherno Alpha fuera construido de esa manera... —Indicando que él no tenía ninguna potestad sobre el mismo.

—¿Ivanov y tu no pilotabais con miedo? —No pensó demasiado al preguntarlo, pero era una pregunta honesta y sin intenciones de hacer daño por la mención del antiguo compañero de Volkov.

Fuimos instruidos por el ejército, antes de que existieran los Kaiju o los Jaegers. Estábamos preparados para que nos dieran un rifle en cualquier momento y nos enviasen a una guerra de ser necesario, simplemente la guerra fue de unas dimensiones y unos enemigos que jamás nos hubiéramos imaginado. Cuando pregunta esas cosas no sé exactamente como ayudar, no tengo la capacidad para empatizar y decir algo que le ayude...

Черный ✬ Альфа || VolkacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora