Extra 1. La muerte de Ivanov

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La gran mayoría de los pilotos de renombre coincidieron en que eran familia de sangre o incluso, lo que se llama una "media naranja", pues muchos de ellos también terminaban en matrimonio. En el caso de Ivanov y Volkov no era así, pero su vínculo no era menos endeble por ese motivo. Ellos habían combatido juntos en el ejército ruso y habían tenido que dormir a la intemperie durante misiones; eran personas con una actitud completamente opuesta, pero que sus duras vivencias en el ejército les había unido no solo como compañeros, sino como familia.

Con la aparición de los primeros Kaiju, la primera línea de defensa fue la actividad militar y en cuanto la tecnología Jaeger llegó a Russia, fueron elegidos como potenciales candidatos a pilotos. Obviamente ellos no habían pilotado nada en su vida, de hecho, apenas podían conducir vehículos comunes porque como ninguno de los dos tenía dinero para adquirir su propio coche; habían perdido toda la práctica que pudieran haber tenido algún día. Porque aunque después de la guerra alcanzarían a ser grandes héroes: Ambos procedían de familias extremadamente humildes en su país de origen.

Fue extremadamente complicado al inicio aprender a pilotar con una tecnología que todavía estaba en desarrollo, pero había un choque entre la diferencia de actitudes entre ellos dos que en lugar de frenar su aprendizaje, se impulsaban el uno al otro. Ivanov, el más joven de los dos, lo veía como la oportunidad que le permitiría destacar en una tarea que verdaderamente se le diera bien. Volkov, en cambio, simplemente atendería a cualquier orden que sus superiores en el ejército le encomendasen, no era tan idealista ni inocente como su compañero, pero su trayectoria en el ejército era más larga y tenía sentido que su actitud también fuera más madura.

Aunque la mayor prioridad había sido aprender a pilotar y alzarse como un emblema nacional junto a Cherno Alpha, pues otros Jaegers rusos no habían gozado de la misma aceptación por parte de sus camaradas, también habían existido un gran listado de tareas adicionales que tuvieron que aprender: Desde ingeniería básica para entender qué estaban pilotando, artes marciales e incluso aprender a hablar inglés. Probablemente la última de esas tareas había sido la más complicada y, es que ellos por el nivel social al que se les había sido relacionado nunca habían pensado en abandonar Rusia, pues nunca llegarían a tener medios para ello, además de que había cierto estigma en aprender idiomas extranjeros.

Muchos atribuían que Ivanov había sido capaz de ser más extrovertido y vencer el choque cultural que era relacionarse con militares de otras culturas porque era más joven que Volkov, pero él mismo sabía que era más bien una cuestión de actitud y del pensamiento que les habían inculcado desde su país. Si bien era cierto que Ivanov era mucho más extrovertido, Volkov no era capaz de dejar atrás su ideología y no entendía el comportamiento extranjero, lo cual le hacía sentirse incomodo en gran número de ocasiones.

Después de la guerra, regresar a Rusia había sido como un soplo de brisa fresca sobre todo para Volkov, aunque su vida no había sido precisamente sencilla: La guerra habría terminado, pero estuvieron al cargo de vigilar la muralla Siberiana que se había alzado para proteger contra los Kaiju y siendo la única unidad operativa de Rusia, había caído mucha responsabilidad sobre ellos.

Pero mayor impacto fue tener que regresar a Estados Unidos para vivir en la base militar de Los Santos, les habían permitido llevar su propio equipo técnico de Rusia y les habían cedido parte de personal que también hablaba ese idioma, reformando una parte de la estructura de la base a la que todo el mundo refería como "pabellón ruso". Sin embargo, con el transcurso de los días, Volkov se había cerrado en banda y no salía de su habitación más que para lo necesario. Ivanov trataba de apoyarle porque entendía el sentimiento, pero la gran mayoría del tiempo caía en pensar que no había mucho que pudiera hacer.




La verdad es que Ivanov tenía que admitir que el pabellón que se les había cedido a los rusos no estaba tan mal; los de mayor rango podían acceder a habitaciones individuales, también tenían una sala comunitaria donde tenían acceso a un gran televisor, mesa de pingpong y mesa de billar, por último también había un pequeño espacio a modo de cocina pero era muy pequeño y era mejor ir a comer en la cantina con el resto de personal.

Черный ✬ Альфа || VolkacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora