• dos semanas más tarde •
- Te llegó otro ramo de flores, toma. —me dijo Marta.
- No para el cabrón. —dijo Yovanna soltando una risita.
- Yo creo que deberías superarlo ya gorda. —me dijo Marta.
- Muy fácil no es, pero al menos veo que sí le importas porque me ha pedido como ocho veces que hable con vos para que le perdones. —dijo Yovanna.
- ¿Solo ocho? A mí siempre que me ve me dice 'Por favor habla con ella, no aguanto más sin verla.' —dijo Marta.
- A lo mejor no miente y el hijo no es suyo, quien sabe. —dijo Yovanna.
- Bueno, su mujer muy santa tampoco es si se anda cogiendo a su primo. —dijo Marta y las dos se rieron a la vez.
- Ay amiga, di algo por favor. Llevas como una semana sin hablar después de lo que pasó. —dijo Yovanna sentándose a mi lado en la cama.
- Sí amiga, deberías dejar de pensar en esa mierda, no te hace bien.
- A Camilo le dijo que te quiere y que se niega a perderte. Él mismo me lo dijo. —dijo Yovanna.
- Además ya has faltado a cuatro clases suyas, deberías ir gorda.
- El problema no es que el niño sea suyo o no, el problema es que me mintió. —decidí hablar finalmente.
- Es que todos los hombres hacen eso amiga y Palacios no es la excepción. —dijo Marta.
- No es eso Marta, si tanto dice que me quiere ¿por qué sigue con ella?
- Pues a lo mejor tiene una razón, pero como no le dejaste hablar... A ver, que lo entiendo, yo tampoco lo hubiera dejado. —dijo Yovanna.
- ¿Cuál? No amiga, solo estaba jugando conmigo y ya. No hay más. —dije mientras hundía mi cabeza de nuevo en la almohada.
Alguien tocó a la puerta y nos miramos las tres sorprendidas, porque no esperábamos a nadie.
- ¿Se puede? —escuché una voz demasiado conocida.
- Decile que no estoy. —le dije a Marta.
- Sí, entra. —dijo Yovanna y la miré con cara de orto.
Mateo abrió la puerta y me miró por unos segundos. Después agachó la cabeza y esperó a que yo dijera algo.
Estaba horrible, nunca lo había visto así desde que lo conozco. Tenía ropa de estar por casa, el pelo medio sucio, unas ojeras que reflejaban cansancio y una expresión facial indescifrable.
- Bueno, nosotras nos vamos. —dijo Marta.
- No se vayan, él y yo no tenemos absolutamente nada de que hablar. —dije mirándolo mal.
- Por favor, te lo ruego. —dijo Mateo mirándome a los ojos.
Mis amigas se levantaron y se fueron sin dejarme otra opción. Tampoco tenía ganas de levantarme de la cama, así que me di la vuelta y lo ignoré.
Mateo se acercó a mí y se sentó a mi lado. Sentí su mano acariciando la mía y se la quité al instante.
- ¿Para qué has venido? —le pregunté cortante.
- Solo escúchame Paloma. —suspiró.
- Habla. —le dije aún sin darme la vuelta.
- Ella no significa nada para mí, te lo juro.
No le respondí, así que siguió hablando.
- Son solo contratos de familia. La empresa de mis padres está vinculada a la de sus padres.
- ¿Y eso qué carajo importa? No tiene ninguna relevancia Mateo.
- Sí la tiene. Mis padres estaban pasando por una situación económica terrible hace unos años. La empresa gastaba más de lo que estaba ganando, hasta que se quedó en bancarrota.
- ¿Y? —ya me estaba desesperando.
- Entonces los padres de Nicole ayudaron a mis padres, pero el trato consistía en que Nicole y yo nos casáramos.
- ¿Por qué? No entiendo.
- ¿Recuerdas cuando te dije que ella había perdido un hijo? — asentí — Pues no era mío. Ni siquiera nos conocíamos en ese momento. Ella se había quedado embarazada con otro tipo.
- ¿Cómo? —si antes estaba confundida, ahora no entendía nada.
- Pues eso. Lo descubrí a los pocos meses, aunque mis padres lo sabían de antemano. Los papás de Nicole querían 'limpiar' la imagen de su hija y de la familia y para eso decidieron usarme.
- ¿Y por qué aceptaste?
- A ver, primero porque mis papás ya no tenían ni siquiera dinero como para comer y menos para mantener a una familia. Además tenían muchas deudas. Y segundo, es que como no sabía nada del trato pues empecé a enamorarme de ella.
Me quedé en silencio, era demasiada información en muy poco tiempo.
- ¿Y el niño?
- Yo me haré cargo, sea o no mío. Eso no tiene ninguna relevancia.
- Podría ser tu hijo Mateo, no seas así.
- Lo sé y me hace ilusión ser papá, pero me desespera tener que seguir aguantándola.
- ¿Y por qué no se separan?
- Porque aún tengo que hablarlo con mi familia. Hay muchas cosas confidenciales entre las dos empresas, así que tendrán que conseguirse varios abogados. La familia de Nicole no va a aceptar que esto pase, al menos no a la primera.
- ¿Y qué quieres de mí Mateo? ¿Qué tengo que ver yo en todo esto?
- Primero quiero que dejes de llorar y que pienses mejor las cosas ahora que ya lo sabes todo.
- Bueno, lo intentaré... Es mucha información.
- Y segundo quiero que vengas a clases beba, no aguanto más sin verte ahí. Aunque me odies y no me quieras ver.
- Te odio. —le dije y solté una risita nerviosa.
- Dame un beso y déjate de tonterías.
- ¿Un beso? Ni lo sueñes hijo de puta.
Finalmente me levanté de la cama y me di cuenta de que seguía teniendo solamente mis bragas de encaje y un mini top encima.
- Bueno, se me acaba de subir y no me refiero al ánimo. —dijo Mateo mirando mi culo detenidamente.
- Sos un pajero nene.
- No creas que me olvidé de lo que me dijiste la última vez en el hotel.
Entonces lo recordé y me odié por haberme dejado llevar. Aunque no había mentido con absolutamente nada.
- Te espero en la clase beba, no tardes.
Todo el mundo después de leer éste capítulo 👁👄👁
Ahora se viene lo sabroso, no digo más. PARA TODAS LAS GOLOSAS.
Cuando éste capítulo y el otro lleguen a 45 votos lo subo.
.....
ANUNCIO.
PASENSE POR LA CUENTA dirtynuns .
HEMOS SUBIDO UNA NOVELA, QUE VAYA FANTASÍA MARICAS. SEXO ENTRE MONJAS, NO DIGO MÁS.
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𝑷𝒂𝒍𝒐𝒎𝒂 𝑰𝑰; 𝑻𝒓𝒖𝒆𝒏𝒐
Teen FictionDonde Paloma vuelve a encontrarse con su ex profesor de matemáticas en la universidad.