"¿Que significa esto?"Capitulo 4. Tom.
Hoy es viernes. Hoy es viernes, lo único que quiero hacer es enterrarme tres metros bajo tierra.
Venía caminando rápidamente por el pasillo de la escuela, sumido en mis pensamientos suicidas, cuando mi celular sonó dos veces con un simpático silbidito. Otra vez no.
Respiré ondo y tomé el telefono.
Lincey: Tom necesito tu ayuda con esto, es muuuuucho para tu joven madre. Y si me arrugo para mañana, eres hombre muerto.
Había una foto adjunta, eran los pedidos de los 200 cupcakes de chocolate y el número para las empresas estas de figuras en hielo.
Tecleé algo rápido como un "Termino el colegio y voy para allí".
Odiaba cuando mi mamá se casaba, ya sufrí tres bodas y a mi me mandaba a hacer lo aburrido: Recoger pedidos, acomodar la mesa dulce, fijarme que la banda sonora no arruine la fiesta.
Para mi suerte este año nos presentaríamos nosotros tres, todavía no teníamos nombre. Pero si algún millonario amigo del nuevo esposo de mi mamá conoce alguna discográfica, puede ser que tengamos suerte.
Me detuve frente a mi casillero, lo abrí de golpe y metí las cosas apuradamente. Kyle nos necesitaba en el estacionamiento, y luego de mi brillante idea de dejarlos solos ayer, creo que hay algún avance en el plan de "10 razones para conquistar a Livya Irwin".
-Hola...- Fred asomó su cabeza pelirroja por la puerta de mi casillero, mientras sonreía amablemente.
Lo mire de la misma manera y curve mis labios hacia arriba; Fred me caía muy bien.
-Hola Freddy, me agarraste en un momento muy inoport...- Fred me interrumpió, me toqué el arito de mi nariz al sentir la penetrante mirada del pelirrojo allí.
-Esto era más fácil en mi mente, Dios, okey, Tom... quieres. Tengo dos entradas para el cine para la semana que viene y yo, yo, ¿Quieres ir conmigo?- Abrí mis ojos como platos, y lo miré fijo. Fred Quillin me estaba invitando a salir, cuando ayer salió corriendo porque Billy lo asustó.
-¿Estas inivitándome a salir?- Susurré incredúlo. Era mucho para mi procesar esto.
-Si, es el viernes, a las 8.- Fred soltó un suspiro. No era un secreto que yo era gay, ni que Billy lo era. Pero...¿Fred Quillin?
Me lo quedé mirándo unos segundos, queriendo balbucear algo. No sabía si quería ir. Porque está bien, soy un bomboncito deseable y no puedo pasar mi vida histeriqueandole a Billy. Aunque él sea el histerico.
-No puede.- Dijo una voz algo ronca atrás mio, enojado me giré a enfrentarlo. Fruncí mi ceño.
-¿Sabes algo, Fred? ¡ME ENCANTARÍA!- Grité la última parte, quedando como toda una madre defendiendo a su cría.
Billy no era mi papá, no era mi hermano, no era mi novio. Por ahora es un buen amigo, y él no me va a decir con quién puedo salir y con quién no. Aparte, ¿desde cuando aparece de la nada?
Me despedí de Fred con una suave y falsa sonrisa. Pasando por alto al castaño.
Estaba muy enojado. Cerré la puerta del casillero y caminé a donde iba principalmente: Al estacionamiento con Kyle.
Estaba a punto de salir por la gran puerta de vidrio, cuando una áspera mano cubre mi muñeca y con fuerza tira de mi hacia su pecho. Haciendo que choque de lleno con este.
La remera de nirvana de Billy estaba a centímetros de mi cara, él era un poco más alto que yo.
Su pecho bajaba y subía rápidamente como si para llegar hasta a mi tuviera que haber corrido metros y metros. Sus ojos se posaron en los mios, lo sentía. Pero me negaba a subir mi vista. Estabamos tan cerca que podía sentir su aliento a menta y tabaco.
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10 Razones para Conquistarte.
Teen Fiction"¿Tus razones son suficientes para dejar tanto dolor?" //Idea original. Completa.//