8.

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"Barba... quiero tener una conversación contigo".

Capitulo 8.

Me desperté jadeando, me había acostado en bóxer y tapado con una sábana que ahora estaba en el piso. Sentía el cabello pegado a mi nuca y mojado por el sudor. Miré desconcertado mi habitación, tan tranquila como siempre. Los rayos del sol de la mañana se metían por los agujeritos que quedaban en la persiana.

Me pasé las manos con desespero por la cara, maldita sea. Antes soñaba con Livya, lo hacía. Pero ahora que había besado sus labios eran tan reales que asustaba. A los 15 años me pasaba eso de levantarme con una erección, pero cuando pensé que lo podía controlar, viene ella y me besa y empiezo a ser un chico hormonal. Más hormonal de lo habitual.

Metí la mano bajo la almohada y cuando desbloqueé el celular la luz fuerte me cegó, odio tocar el brillo de mi celular. Está siempre a la mitad, ni muy brilloso ni muy apagado. Eran las 6.40, con razón mi mamá no había tocado la puerta como una loca,  tratando de atentar contra mi pelo.

Me arrastré fuera de la cama y me quedé parado en medio de la habitación. En bóxer, seguro con ojeras, una erección matutina, y la cara pegada de baba seca. Mat Bomer un poroto.

Mi celular vibro arriba de la cama, me agaché a recogerlo y deslizar mi dedo donde figuraba que había llegado un nuevo mensaje.

Tom: Cara de pato, trae tu hermoso trasero envuelto en tus horrorosos jeans a las 8 pm en Bob's.

Suspiré graciosamente al darme cuenta que me lo podía haber dicho en la escuela, pero Tom es así: Quiere tener todo controlado. Creo que por eso su "relación" con Billy es tan... enfermiza. Un día están bien, otro no. Un día casi son novios, otros mejores amigos, y al tercero ya se odian. Algo que el gran Tom Doblas no puede controlar, y que nadie puede controlar, es el amor; porque si se pudiera yo estaría enamorado de las gruppies que dicen tener una camiseta con mi rostro y no de Livya.

Ni siquiera habíamos hablado de nuestro beso, y luego de su leve besito. Me parecía estúpido llamarlo "Piquito", ni que fuéramos pájaros. Sé que ella me ponía nervioso, que le estornudé la cara, que me mojé los pantalones con sidra y que después me caí sobre ella. Pero yo no comencé el beso, un grandioso y único y esperado y soñado beso, pero yo no lo empecé. ¡Y luego tiene el descaro de plantearme por qué yo la bese! ¡CUANDO YO SOY UN PIMPOLLO QUE NO SABE VOLAR!

Por suerte hoy iríamos a Bob's, creo que amo ese bar. Luego de La Tranquera, Bob's es mi segundo lugar favorito en el mundo. El olor a café o a cacao de día, y el olor a madera y Ron a la noche. Bob's se acomodaba a todas las situaciones y nosotros teníamos la bendición del Bob, el dueño, para tocar en su bar. Un bar demasiado concurrido todo el tiempo, no tenía idea como un viejo de 60 años pudo hacer que su bar este de moda por tanto tiempo. Miles de adolescentes vienen y nosotros, para no ser marginados y seguir al montón, también venimos. Aunque admito que he visto a muchos frikis sentados en las mesas del fondo; estas malteadas eran la gloria.

Me acerqué a las cajas donde mi ropa estaba hecha un bollo, saque una remera negra que esta vez no tenía agujeros ni el cuello estirado. Seguro tenía la cara llena de ojeras, pero era imposible dormir pensando en que en cualquier momento aparecería la imagen de Liv, a veces desnuda, a veces besándonos. Me metí en un jean desgastado y caminé como zombi hasta las zapatillas.

Definitivamente las mañanas no eran lo mío, ¿Que le costaba al universo dormir hasta tarde?

No había podido dormir bien ya que cada vez que cerraba los ojos una escena porno venía a mi mente, y parecía tan real. Me abre despertado más de 3 veces. Y me acosté tarde. Por suerte Billy y Tom acercaron a Liv a su casa.

10 Razones para Conquistarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora