“Madagascar no es adecuada para una cita.”
Capítulo 14.
No creo que sea cierto lo de Juliette, mi hermana metida en las drogas. Su vida sexual nunca fue importante para mí, me daba asco imaginarla con algún hombre. Yo definitivamente nunca fui de esos hermanos celosos, en cambio Molly y Juliette sí.
-Sube el volumen, adoro esa canción.- No me sorprendía para nada que Livya ame a Katy Perry, pero lo triste es que yo conocía cada hit de ella de memoria. Creo que mi timidez se quede en segundo plano, tras descubrir que Livya me odia de a momentos.
Nota mental: Googlear sobre la menopausia.
Cuando sin darme cuenta estaba tarareando el estribillo de Hot n Cold, recibí una mirada sorprendida de la rubia que estaba al lado mío. La acompaño de una suave risa, que si no estuviera tan concentrado en no sonrojarme, me hubiera puesto muy duro.
Luego de estar tan shockeado en la cafetería, el amor de mi vida me obligo a llevarla hasta su casa y calmarme. Me pregunto si no se estará aprovechando de mi enamoramiento. Soy un maldito buenorro que daría cualquier cosa por ella, hasta… mentira no me cortaría el pene ni siendo judío.
Terminó la canción, comenzamos a hablar de temas insignificantes como materias, películas y ella propuso jugar a ese juego de las 5 preguntas. Suspiré y acepte, y yo que pensaba que era un infantil.
-Empiezo yo.- Afirmo. Noté que estaba cerca de su casa, y ella también. –Si quieres puedes pasar.- Agregó, giré a mirarla sorprendido. Ella sonrió dulce. ¿Me estaba invitando a entrar a su casa?
Me siento realmente estúpido por mal interpretar estas situaciones, pero una parte de mi cree que es imposible no ilusionarme con estas pequeñas cosas. Aun cuando estoy metido en un plan de Pam, y Livya no me ve de otra manera que no sea para ayudarla con Mr. Musculo. Recordé los labios suaves de Liv sobre los míos, en medio de mi garaje. Okay, no tomemos ese rumbo. No con su perfume y su sonrisa a tan pocos centímetros de mí.
-Solo con una condición.- Soné tan sexy, tan provocador. Tan Christian Grey mirando fijamente a Anastasia, que era triste lo que iba a decir a continuación:-¿Hay chocolatada?- Ella soltó el aire, como si lo hubiera estado conteniendo sin darse cuenta. Cosa que logro que mi corazón bombee con algo de fuerza, por un momento me hacía sentir como todo un galán que podía poner a las mujeres a sus pies. Hasta que recordaba que no servía para eso.
-Tranquilo, mi mamá siempre tiene la heladera llena. Aunque no esté nunca en casa.- Sospeché que la última parte fue más una reflexión personal, rezaba porque confié en mí. Hasta que me acorde que Pam confiaba en mi porque me veía como un amigo y descarte esa idea rápidamente.
-Estamos a unas cuadras, puedes hacer tu pregunta.- Dije naturalmente. No estaba sudando, ni tenía nervios. Me sentía tan a gusto con ella, como si hubiera sido siempre así. Solo hay dos respuestas para esto: Madure o supere mi paranoia.
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10 Razones para Conquistarte.
Teen Fiction"¿Tus razones son suficientes para dejar tanto dolor?" //Idea original. Completa.//