13.

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"Como un granito lleno de pus".

Capitulo 13. Tom.

Un año antes. Verano.

Los veranos en la casa de Kyle son grandiosos. Nos la pasábamos jugando a la play (cosa que odio con todo mi orgullo gay) con el aire acondicionado en el living, comiendo Papas Layas o Doritos.

Mi parte favorita era la de las frituras y el aire acondicionado, obviamente.

-Me estoy meando.- Me quejé mintiendo y bostezando. Me estiré en mi nidito de fiaca, en el cual empollaba celulitis y músculos flácidos. Salí por el pasillo, dirigiéndome al baño y ponerme a escondidas cremas antiarrugas con olor a jazmines de la Sra. Thirwall. Según yo: Maggie.

En el pasillo viene la pieza de Juliette, luego la de Kyle y finalmente el baño. Iba caminando normalmente, cuando al pasar por la habitación de Juliette la escuche sollozar. Teníamos una linda relación, no era su mejor amigo gay pero éramos buenos amigos.

Me acerqué lentamente al pequeño espacio que quedaba entre la puerta un poco abierta y el interior.

Se podía ver la espalda de Juliette sentada en su cama, con su cabello negro recogido en un desordenado moño y el celular contra su oreja.

Su cuerpo se sacudía con leves sollozos.

-Mierda, M tiene que conseguir más pasta. ¿No le quedo nada de droga?- Fruncí el ceño.

-No me importa.- Dijo después de unos segundos. Quería entrar pero la verdad que no era el momento, ¿Juliette Thirwall hablando de drogas? Pero si ella ya tenía una beca garantizada en Harvard prácticamente.

-¡Que no me importa el hecho de estar e...- Su casi grito se frenó cuando me vio a mi espiándola, sonreí inocente. Todos conocíamos el mal temperamento de Juliette, mis ojos estaban abiertos como platos al escucharla hablar de droga. Demasiadas preguntas me invadían, pero no estaba listo para hacerlas. El ceño fruncido y la boca apretada en una firme línea en el rostro de Juliette daban más miedo que otra cosa.

-¿Que fue eso, Thirwall?- Cuando decía el apellido sabía que hablaba seriamente.

-No es lo que parece, Thomas.- Susurró ella, preocupada de que alguien más la haya escuchado. Pero si es lo que parece, odio que digan frases tontas en momentos cruciales.

-¿Que es esta mierda, Juliette?- Entre lentamente a la habitación y solo pude ver como la hermana de mi mejor amigo trataba de ocultar sus lágrimas, y tragarse los sollozos. Me acerqué a abrazarla, pero ella me empujo con fuerza.

-Vete de aquí, Thomas. Kyle y Billy te están esperando.- Volvió a empujarme, con las mejillas ya empapadas y los labios rojos. Noté cortes en sus muñecas, y cuando iba a tomarla para exigir explicaciones, Juliette me empujó con más fuerza que antes. Sacándome al pasillo, me miro con desesperación.

-No digas nada, Thomas. Te lo suplico, si eres mi amigo cerraras tu boca.- Dijo entre dientes y susurros. Más lágrimas cayeron por sus ojos, y se escurrían entre sus labios resecos. Jamás vi a Juliette Thirwall tan destruida en la vida.

Una semana después estaba en su funeral, con la culpa acuchillándome la espalda.

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Actualidad

Con mi hamburguesa al frente, y Billy a mi lado todo tendría que ser perfecto. Pero Livya parecía a punto de explotar como un granito lleno de pus. No entendía el porqué de sus nervios, miraba de su bandeja a la puerta.

Marcela y Fred no estaban en la mesa, cosa que ponía feliz a Billy. Pero lo más desconcertante era que tampoco estaban Pam y Kyle. La lamparita de mi cerebro se iluminó, sonreí suavemente. La miré con ternura, ¿eso eran celos?

10 Razones para Conquistarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora