6.

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"Tienes la guitarra al reves".

Capitulo 6.

-Lo lamento, no quise preguntarlo de esa manera. Soy una estúpida.- Era la primera vez que veía a Livya nerviosa, y me aventuraría a decir humillada. Me miraba avergonzada y se tocaba los dedos de forma nerviosa.

Jamás pensé que chicas como ellas se ponían así, siempre imaginé a Liv o a Juliette muy seguras de si misma como pasar por este estado.

Yo estaba acostumbrado a sentirme así: estaba frente a Liv con mi pantalón mojado.

Luego de un tiempo te acostumbras a quedar como ridículo frente a la chica que te gusta.

-No es eso, si voy a ir contigo.- No estaba nervioso esta vez junto a ella, en cambio, me sentía cómodo. Quizás por las risas compartidas minutos antes o porque el tema era delicado.

Mi familia y yo íbamos en navidad, año nuevo y el cumpleaños de Juliette al cementerio. Era difícil para la familia, sobretodo para mamá y papá. Porque ellos perdieron un hijo y aunque parezcan fuertes, o hagan como si nada hubiera pasado, ese brillo de siempre ya no esta.

-¿En serio?- Preguntó con esperanza bailando en sus ojos. Me sentí realmente bien al provocar esa mirada en ella.

-¿A que hora quieres ir?- Me sacudí un poco ya que la tela se estaba pegando a mi pierna. Era una sensación asquerosa.

-¿A las dos? Luego tenemos las clases de guitarra.- Sonrió emocionada. Creo que esta es la conversación más larga que tuvimos hasta el momento.

Baile mentalmente al darme cuenta que mañana pasaría el día con ella, yo y ella. Juntos. Solos.

-Si, grandioso. Nos encontramos allí.- Acoté. Ella asintió con la cabeza y murmuró un gracias. O eso entendí.

Y antes de caer en un silencio incómodo, la voz de Tom nos hizo asustar.

-¡¡Acá están!! ¡A ti te mandé a buscarlo! ¿Que hacen aquí? ¡¿TE MEASTE?!- La última parte la grito a lo Tom Doblas. Y sentí mi piel enrojecer de la vergüenza.

Esta bien, Liv me ponía nervioso pero jamás me mearía.

-¿Lo encontraste? Uh, ¿Que paso?- Billy apareció en la cocina, y su expresión iba cambiando a medida que veía la situación: Tom horrorizado mirando mi paquete, yo muerto de la vergüenza tratando de modular y Liv partiéndose de la risa.

-Se meo, ¡Kyle se meo, Billy!- Ah, grandioso, ahora sí le hablas.

Billy miró mi entrepierna y soltó una risa ronca. Eso le hacía su sagrado cigarrillo.

Es estúpido pensar que me hice pis, aparte de que no me iba a venir a la cocina a limpiar con un trapo la orina. Esos son mis amigos, consumiéndose  poco a poco por la falta de sexo. (Y yo soy virgen.)

-Es sidra, Molly la tiró en mi pantalón. ¿Me puedes prestar algo?- Pregunté a Tom. El asintió con la cabeza.

Billy desapareció con la excusa de ir a ver como cortaban la torta, pero fue a comer cosas dulces.

Cuándo estaba por seguir a Tom a su enorme habitación, Liv me sujetó de la muñeca al pasar por su lado.

Mi corazón bombeó con fuerza, y en un segundo ya tenía la boca seca.

Estaba más cerca que nunca y su mano estaba envuelta en mi muñeca, sus ojos se clavaron en los míos y tenía una mirada suave.

Me había olvidado respirar, pensé que todo era parte de mi imaginación hasta que ella dijo:-No digas que mañana vamos a verla.

10 Razones para Conquistarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora