10.

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"Proyecto de biología".

Capitulo 10. 

-¿Podemos salir a fuera? Me estan mirando mucho, me asustan- Se quejo Pam. Bueno era raro que dos chicas se acerquen a ella diciendo "Cuidado con el Perro" cuando ella dijo que era de Detroit. Nosotros la asustábamos pero era ella quien tenía todos los brazos tatuados.

-Bueno, tienes el pelo azul- Dijo animadamente Kyle, el en serio quería formar un grupo. Sigo enfadado, de verdad quiero saber que pasa entre ellos dos. Se supone que no tenía que haber visto como Billy tomo la mano de Tom, pero bueno... me es imposible no querer que ellos dos estén juntos. 

Pam rió suavemente, la verdad es que mi lado egoísta quería mandar a la mierda a todo el "grupo", y tirarme en mi cama a mirar el techo y preguntarme porque Livya me odia tanto. Lancé mas de dos miradas furtivas, esperando que en alguna ocasión nuestras miradas choquen y me diga algo. Estuve más que callado toda la santa noche, y ni siquiera tomé de mi cerveza, pero estaba seguro que todos asimilaban mi silencio a que Pam no paraba de coquetearme. Si, no era idiota pero solo quería que me coquetea Livya.  

Pero no podía solo irme a la casa de Billy, porque si iba a ir, y dejar a todos escuchando una historia realmente importante de Pam. Esta se levanto, acomodó su blusa y salió a paso rápido de Bob's. 

-Tenemos que seguir tocando, no nos podemos ir- Dijo Billy y la chica de pelo azul se dió vuelta y nos sonrió. Mostró un cigarrillo que saco de su bolsillo y todos asentimos con la cabeza. Cuando la perdimos de vista, gire a terminarme o empezar a beber algo de la botella de cerveza intacta. Noté que todos me miraban, menos Livya.

-¿Que?- Pregunté desconfiado. Fred, Marce, Billy y Tom me observaban como si estuvieran esperando algo de mi. Mis nervios me delataban y toque mi cara. Capaz estaba sucia y no lo sabía.
Tom alzó sus cejas como si fuera obvio. De verdad no lo entendía, prácticamente era el unico hombre aquí.
-Quieren que vayas a consolarla.- Dijo cortamente Liv. La miré con brillos en los ojos, pero ella no estaba prestándome atención. Jugueteaba pasandole el dedo a la boca de la botella de la cerveza.
¿Querían que yo vaya a hablar con una chica que parecía tener un tic nervioso en el ojo cada vez que me miraba? Sin contar que yo nunca consolé a nadie.
-Ve, o juro romper todas tus camisetas con agujeros.- Amenazo Tom. En serio no quería ir, no porque tenga miedo que se abalance sobre mi. Solo quería arreglar el odio de Livya hacia mi, y no sé, dormir hasta el día de mi funeral.
No es que Pam me caiga mal, solo que yo no soy bueno ayudando a la gente. ¡Y la conocí hoy!
Me levanté torpemente de la mesa, haciendo que mi rodilla choque contra la madera y las bebidas saltaran en su lugar salpicando Livya en la cara. Maldecí y corrí hacia la salida.

Pam estaba apoyada en la pared de ladrillos rojos junto a una ventana. Estaba poco iluminado a fuera, solo las luces que se proyectaban de adentro daban un poco de claridad. Podía verla fumar y soltar el humo por la nariz. Sus pómulos parecían mas marcados en la oscuridad.
Me acerqué a ella lentamente.
-Hola.- Dije y la miré amigablemente. Ella sonrió y tomó el cigarrillo entre sus dos dedos.
Me miró por unos largos segundos.
¿Alguien más me imagina violado por Pam, o es mi paranoia?
Sabía que tenía chicas atrás, pero que me coqueteen tan abiertamente como Pam me ponía nervioso.


-¿Estas muy enamorado de Liv, no?- Preguntó y dio otra calada a su cigarrillo. La miré incrédulo.
En serio estoy salado, rociado por meada o algo.
-Parece una broma de mal gusto.- Me queje. Ella soltó una risa.
-Tranquilo, campeón que soy muy buena leyendo a la gente. Parece que entre ustedes hay algo.- ¿No se supone que vengo aquí a hablar de ella? Fruncí mi ceño.
Claro que habí algo entre nosotros: 10 razones, Juliett, George y su odio que nació de la nada hace dos días.
-Me empezó a odiar de la nada, pero yo venía a hablar contigo.- Me queje. Hace unas horas me estaba sonriendo coquetamente y ahora hablamos de mi inexistente vida amorosa.
-Soy mejor hablando de otras personas que de mi misma.- Dió la ultima calada, tirando la colilla lejos y luego soltando el humo por la nariz.
-¿No te gusta llamar la atencion?- Pregunté.
-Claro que me gusta, hola, tengo el cabello azul. Solo que los conozco hace 9 horas y no soy una loca para hablar de mi vida privada tan facilmente.- Me sonrió dulce.
-Vaya, que sincera.- Mencioné respondiendo su sonrisa con otra tambin dulce.
-Lo sé. ¿Esos de ahí no son...- Pero la alegre voz de Tom se escuchaba claramente.
Los cinco se acercaron a nosotros, Liv mirando el suelo y pareciendo ajena a todo.
Sentía un nudo en la boca de mi estómago. Yo iba a hablar con ella, no importa si me costaba un ojo de la cara.
Aunque este no era el momento.
-Bob dijo que vayamos a casa, son como las once y me estoy muriendo de sueño.- Dijo Tom bostezando.
Luego lo seguí yo y finalmente Marcela bostezó.
Reí por lo bajo.
-¿Te acostaste tarde anoche?- Mencioné normal, pero Tom levantó su vista y me miró con timidez. Ya veo, la zorrita se fue de fiesta.
Miré a Billy, que trataba de esconder su rubor. "Apa la papa" diría mi abuela.
(Siempre tan nono Kyle, yo).
Solté una carcajada.
-Tengo que irme, mañana no me levanta nadie.- Pam habló por primera vez desde que los chicos llegaron. Saludó a todos con un casto e inocente beso en la mejilla y se subió a un escarabajo blanco algo viejo. No es por presumir, no es el momento pero fue inevitable no sentir orgullo de mi Ford.

10 Razones para Conquistarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora