【Asunción】
El primer amor de Formosa fue también su primer desamor.
No es algo que sus hermanos sepan, ya que muchos aún la siguen viendo como una "niña", a pesar de ser mayor de edad. Especialmente los más grandes, para ellos es "cuidar" a los más peques. Para ella, es que son demasiado celosos e hinchapelotas.
Por eso, jamás comentó a Asunción...
La capital paraguaya siempre le pareció muy hermosa y admite que tuvo un crush con ella desde pequeña.
Jamás pensó que entre ellas podría pasar algo, pero luego de la inauguración del puente que unió sus tierras, comenzaron a pasar mucho más tiempo juntas. Los fines de semana no dudaba en escaparse a la capital vecina, buscando cualquier excusa para verla y salir las dos a bailar.
Fue en una de esas noches que Asunción le dio su primer beso.
Entre medio de la gente en un boliche, ambas algo tomadas por el alcohol y con cumbia retumbando alrededor suyo. Con la paraguaya entre sus brazos y aún riendo de las tonterías que hacían al bailar, la besaron de forma sorpresiva pero maravillosa. Haciéndola sentir que flotaba por primera vez y que el resto del mundo desaparecía.
La pequeña formoseña no podía negar que estaba enamorada. Pero lastimosamente no era correspondido.
Cuando salieron de aquel lugar, la capital paraguaya le había propuesto ser amigas con derecho, logrando que la ilusión se rompiera y el corazón de la más chica cayera al suelo. Sin embargo, ella aceptó, esperando ilusionada que quizás, con el tiempo, lograría enamorar también a la otra chica.
Un par de meses más tarde, tuvo su primera vez con ella.
Aunque nunca dijeron de mantener su "relación" en secreto, ninguna jamás comentó nada a nadie. Y a pesar de que no era lo que Formosa más deseaba, se conformaba con lo que podía tener. Besos y caricias cuando nadie las veía era mejor que nada, o eso siempre se repetía cuando las dudas comenzaban a atormentarla.
Duraron así como un año, y fue la misma Asunción quien decidió terminarla también.
Formosa no lo entendía pero tampoco se animaba a preguntarle el porqué. Simplemente lo aceptó con una sonrisa y esperando que pudieran seguir siendo amigas como siempre, a lo cual la mayor le aseguró que jamás dejarían de serlo.
Días más tarde se enteró por parte de Ñeembucú que Asunción había comenzado a salir con Bogotá. Y ese corazón que se había esforzado por mantener intacto, terminó de quebrarse.
Nadie entendió porqué la provincia norteña estuvo muy distante las semanas siguientes. Nadie excepto su mejor amigo, que fue testigo de cómo se quebró en llanto luego de haber anunciado aquella noticia.
Le tomó algo de tiempo, pero poco a poco fue recogiendo de nuevo los pedazos de su corazón (que en gran parte, ella solita había roto al ilusionarse demasiado) y pudo volver a estar mejor.
Sin embargo, no se ha vuelto a enamorar. Prefiere no volver a sufrir así.
Pero el amor no es algo que uno pueda evitar por siempre ¿o sí?
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Formosa, la argenta medio paraguaya
Hayran KurguBuenas!! Pues acá vengo con este intento de hacer justicia a una provincia de la que no he visto mucho por aquí y que pos' merece su amor también uwu Algunas cosas serán basadas en hechos históricos y reales; otras no tanto, sino mi interpretación d...