CAP VEINTE Y CINCO.MAURICIO MARISCAL
La chica que tenía entre mis brazos gimió muy cerca de mi boca.
—¡Oh, Mauricio!
En lugar de excitarme, tuvo el efecto contrario. Su voz estridente parecía el chirrido de unas uñas arañando un pizarrón. La besé con fuerza para intentar silenciar su molesta voz, pero a cambio obtuve un gimoteo escandaloso. Lo ignoré mientras sus ávidas manos se deslizaban por debajo de mi camiseta para acariciarme el abdomen bajo. La tenía acorralada contra el muro de azulejo del baño. No me acordaba de su nombre, pero daba lo mismo. La acababa de conocer hacía unos minutos en la fiesta, cuando mi desconsiderado compañero me abandonó.
Joaquín…
Siempre que pensaba en él me enfurecía un poco. Ese diablillo de ojos café sabía cómo hacerme rabiar. Recuerdo lo bonito que se veía al salir de su casa con su camisa azul y sus jeans negros. No se parecía en nada a los chico con o chicas con quien yo solía estar, pero tenía otra cosa. Era inocente. No sé, por qué sentía la necesidad de protegerlo, como si fuera una frágil figura de porcelana que se pudiera romper con facilidad.
¿Figura de porcelana? ¿Ahora soy mi abuela?
En fin, cuando llegamos a la fiesta de Helen fui a buscarnos tragos para molestarlo al recordarle la vez que Melissa le tiró encima un vaso.
Imaginen mi sorpresa cuando volví y lo vi hablando con el engendro ese de Wattpad. Luego se fueron, supongo que porque necesitaban más privacidad.
Ese pequeño…
Nadie me bota. Yo soy Mauricio Mariscal. Yo boto a la gente. Apreté el vaso de plástico con tanta fuerza que el vodka me escurrió entre los dedos. Joaquín no parecía valorar el hecho de que prefería estar con él en lugar de buscar una chica fácil con quien pasar la noche. Estaba portándome bien y nadie parecía valorarlo, así que al diablo mi bondad. Decidí que seduciría a alguien y que me relajaría entre las piernas de esta hermosa chica.
—Besas tan bien —susurró la chica con voz áspera.
—Dime algo que no sepa —contesté.
Ella sonrió y me jaló del cabello para besarme de nuevo. Sabía a vodka barato y chicle de menta. Besarla no me estaba encantando, así que dejé sus labios para besarle el cuello mientras manoseaba sus senos. Siempre me han gustado los senos, así que tocar los suyos estaba teniendo el efecto deseado.
—¡Mauricio! —la voz de Andrés entró al baño y me hizo retroceder de un salto.
—¿Qué te pasa, hermano? ¡Me asustaste! —exclamé.
—¿Has bebido algo? —Su tono era imperativo.
—¿Qué? —Fruncí el ceño—. No sé si te diste cuenta, pero estoy un poco ocupado.
—¿Has bebido o no? —insistió Andrés, ignorando nuestras quejas.
—No —afirmé y recordé que no había tenido muchas ganas de beber despuésde que me botara el renacuajo mejor conocido como Joaquín.
—Perfecto —dijo Andrés y dio un paso fuera del baño—. ¡Mauricio la llevará! —le gritó a alguien.
—¡OK! —contestó Ela desde el pasillo.
—¿Llevar a quién? —Fruncí el ceño.
—¿Qué está pasando, Mauricio? —preguntó la chica, igual de confundida que yo.
Su estridente voz llamó la atención de Andrés. Era como si apenas se hubiera dado cuenta de su presencia. La miró de arriba abajo y luego le lanzó una sonrisa con los labios apretados.
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My Wattpad Love//AD[EMILIACO]
ספרות חובביםJoaquín siempre ha sido el tipo tímido, pero su mundo cambia al descubrir Wattpad, una comunidad de libros electrónicos y muy popular. Se vuelve adicta a la misma e incluso alza su propia historia. Pero, ¿será amigos, comentarios y votos lo único qu...