El camino hacia mi casa fue un tanto incómodo con Aramis.
Aunque no iba a negar que tenerlo al lado me causaba sensación de seguridad y me hacía sentir protegida.Ambos íbamos con las manos en los bolsillos de nuestras respectivas chaquetas y a ninguno se nos ocurría decir ni una palabra.
Me limite a darle nomás las indicaciones de dónde debíamos girar, cambiarnos de acera y seguir recto, para llegar a mi querido hogar.
El viaje fue un poco largo y lo fue aún más con la tensión que se percibía fácilmente entre nosotros. Tranquilamente era capaz de cortarse con un cuchillo.
—Aquí es.—Finalmente hablé tras un silencio matador. Revolví el interior del bolsillo de mi abrigo de cuero y saqué mi par de llaves cuando nos detuvimos en mi residencia.
—Lindo lugar.—Halagó el castaño, analizando cada detalle bajo la escasa luz del farol público y la tenue iluminación de la luna que nos acompañaba.
—Gracias.
Me puse incómoda al no saber que hacer.
¿Íbamos a besarnos?
¿Nos despediríamos con un abrazo?—Supongo que esto es todo. Adiós y gracias por escoltarme.—Hablé. Los nervios me vencieron y provocaron que mi voz saliera temblorosa.
—Hasta mañana.—Saludó quitando su mano derecha del bolsillo y elevándola en mi dirección, a la vez que yo me adentraba en mi residencia.
Aramis no movió un pie hasta que verificó que yo tuviera todo mi cuerpo dentro de mi casa.
Lo primero que hice una vez que me encontraba en el interior, fue correr hacia la ventana y espiarlo por un pequeño espacio que quedaba.
Él soltó un gran suspiro y luego de unos segundos, se marchó.
De repente recordé la invitación de las dueñas de la casa Ikigai para la parrillada del sábado.
Es por eso que Aramis dijo hasta mañana.
Como tonta ya traía una sonrisa sin dientes, y me regañé a mi misma por haber resultado conmovida por ese gesto tan sencillo como asegurarse de que nada me pasara, cuando debería ser lo más normal del mundo o ni siquiera tendría que ocurrir que siendo del sexo femenino tuviéramos miedo de salir a la calle y sentirnos protegidas porque nos acompañaba un hombre.
Cada vez más baja la vara teníamos las mujeres.
Subí rápidamente a mi alcoba, no sin antes visitar el cuarto de mis padres y avisarles que ya había llegado.
Le mandé un mensaje a mis amigos, también, para que estos no se preocuparan. Aunque seguramente los dos ni se acordarían de mí para ese entonces.
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𝐀𝐑𝐀𝐌𝐈𝐒✔️
Teen FictionAramis es un chico complicado. Aramis es un ser independiente. Aramis no quería ataduras. Aramis estaba solo. Aramis era Aramis. Hasta que la conoció a Thea. ____ SIN EDITAR Obra registrada en Safe Creative. #1 en chick-lit, 16 marzo 2021. #1 en chi...