La nueva y sensacional novela del autor francés que ha cautivado al mundo.Con más de 15 millones de ejemplares de sus novelas vendidos en todo el mundo, Marc Levy se ha convertido en un referente indiscutible de la literatura contemporánea. Con su nueva novela, Las cosas que no nos dijimos, Levy va un paso más allá y arrastra al lector a un universo del que no querrá salir. Cuatro días antes de su boda, Julia recibe una llamada del secretario personal de Anthony Walsh, su padre. Walsh es un brillante hombre de negocios, pero siempre ha sido para Julia un padre ausente, y ahora llevan más de un año sin verse. Como Julia imaginaba, su padre no podrá asistir a la boda. Pero esta vez tiene una excusa incontestable: su padre ha muerto.
*ALERTA SPOILER*
No sé ni por dónde comenzar, porque lo cierto es que hoy vengo bastante enfadada. Odio, odio con toda mi vida perder el tiempo con un libro. Y honestamente, siento que eso es lo único que he hecho con este ejemplar del escritor francés Marc Levy.
No es que no me guste su escritura, al contrario. He leído fragmentos de otros libros, incluso de éste que me han gustado... Pero eran sólo eso, fragmentos.
Frases sueltas, las cartas hacia mitad del libro... Y poco más.
Siento que esta reseña sea tan extraña, pero realmente no sé por dónde empezar.
Lo primero, los personaje.
Ella, que es terriblemente odiosa. Se me hacía muy duro continuar el libro con alguien así. Juro que quería matarla la mitad del tiempo.
El amigo gay. ¡Quien sólo sabía hablar entre exclamaciones! Honestamente me lo imagianaba siempre gritando y agitando los brazos en el aire, por lo que tampoco podía tomármelo en serio.
Y luego, la trama. La trama me dejó desconcertada a un punto inexpicable. Cuando cogí este libro entre mis manos, había escuchado muy buenas opiniones, y no soy de las que deja pasar la oportunidad de perderse entre las páginas de un buen libro... Así que sin querer demorarlo más, me encaminé a la biblioteca y saqué el ejemplar. La sinopsis y el título apuntaban maneras... Que se desvanecieron completamente según leía el primer capítulo, donde ella está a punto de casarse pero aún no tiene vestido (¿?) y está buscando algo rebajado para poder pagárselo ella misma sin que los padres del novio piensen que es una muerta de hambre. A todo esto con el amigo gay gritando. A. Cada. Maldita. ¡Palabra!
Me perdí totalmente.
Recuperé la atención un poco hacia más allá de la mitad del libro a pesar del surrealismo del padre-robot (¿?). Como ya he dicho, hay algunas cartas que de verdad fueron bonitas.
Y el final... Bueno, un auténtico cliché. Todos sabíamos que se iba a quedar con su primer amor.
El libro en sí (RECALCO, A EXEPCIÓN DE FRAGMENTOS QUE ME DEJARON SIN HABLA) es previsible y no sorprende a nadie. No lo recomiendo y está claro que podía haberme ahorrado el sufrimiento, pero quería llegar hasta el final para ver si conseguía... Algo de sustancia que sacar.
No suelo ser tan abierta criticando libros, porque sé el trabajo que hay detrás de uno, y soy la mayor fan de las historias mega cliché refritas... Pero me gusta cuando me aportan algo y las acabo con la sensación de haber vivido algo nuevo.
Hoy, en clase, una chica ha hablado de este libro y ha dicho que le gustó. Lo que quiere decir que mi opinión no tiene por qué ser la correcta, simplemente me he acordado del libro, que leí hace unas semanas y ni siquiera quería reseñar y ha resurgido toda la frustración que sentí al pasar página tras página de una historia un tanto inversímil.
Concluyo pues, diciendo que no me ha gustado para nada y ni siquiera lo voy a valorar. Sin embargo, aquí os dejo mi frase favorita del libro:
«¿Quieres un consejo de verdad? Escribe en una hoja todo lo que se te pase por la cabeza, ¡y haz exactamente lo contrario!»