Doce. Doce de las bestias más letales que jamás hayan existido en los fuegos del infierno han escapado a nuestro mundo y no quieren nada más que arrancarle la yugular a Charley Davidson y servir su cuerpo sin vida y destrozado a Satanás para la cena. Allí lo tienen. Pero Charley tiene más en su plato que una turba de perros infernales irritables. Por un lado, su padre ha desaparecido y mientras más sigue sus últimos pasos, más se entera de que él estaba llevando a cabo una investigación por su cuenta, lo que tiene a Charley cuestionándose todo lo que creía sabía de él. Agréguenle una ex-BFF (amiga para todo la vida) que la atormenta noche y día, una ola de suicidios que han desconcertado a las autoridades y un prometido sexy hasta-caerse-muerto que ha atraído la atención de una celebridad local y Charley no está teniendo la mejor semana de su vida.
Un poco al norte del infierno, un salto y brinco más allá del reino de la eternidad, está un pequeño lugar llamado Tierra y Charley Davidson, ángel de la muerte extraordinario, está decidida a hacer todo lo posible para protegerla.
Estamos perdidos.
*ALERTA SPOLIER*
Antes de comenzar con esta reseña, necesito un momento para respirar.
Bien, llevo como dos horas respirando pero es que aún no consigo calmarme.
He terminado séptima tumba... ¡¡¡Y hasta el 19 de Mayo de 2015 no sale octava!!!
¿¿¿¿Pero me oís llorar????
No recuerdo haberlo pasado tan mal esperando por un libro desde la última entrega de la trilogía de Jude Ryder (que en algún momento releeré para reseñarosla porque es O M G). Pero volviendo al tema no lo he pasado tan mal desde entonces ¡¡¡y tuve que esperar meses por aquel libro y con esta cuenta atrás tan sólo llevo dos horas!!!
No sé ni por dónde empezar a comentar este libro. Amo a Darynda. La amo. Con cada entrega hace que me enamore más y más de Charley y Reyes y Garret y Ángel y Cookie y Ubie y Amber y Quentin y Artemis y todos y cada uno de los personajes que conforman los pilares de esta saga.
Si sexta tumba me dejó muerta, séptima me tiene difícilmente respirando.
Un desarrollo brutal, unos giros que justo cuando crees saber la respuesta ¡bam! Estalla en tu cara.
El abandono de Reyes en un desesperado intento por salvar a las mujeres que ama.
Ciuda de ella.
El suicidio de Charley rezando porque si hija sea aún así la salvadora.
Ubie arriesgando su vida.
Y el papá de Charley diciendo adiós.
Por no hablar de una boda tan tan tan al estilo Charley que no podría haber imaginado nada mejor.
Todo en un enigmático desarrollo justo en el punto necesario. Cada diálogo es perfecto, cada intervención, casi divina.
Una saga maravillosa que me tiene cautivada.
Como diría Charley, al menos hasta que Eighth Grave After Dark caiga en mis manos, que alguien me traiga cafeína. Tengo muchas vidas que arruinar.