RWBYO - Ohma Tokita en RWBY

Volumen 1: Capitulo 9: EX

UNAS SEMANAS DESPUÉS.

Este día era un día muy especial, y por 2 motivos: Ruby se había recuperado de su ruptura de costillas, y además era su cumpleaños. Como si fuera poco, Tokita terminó respondiendo al mensaje del Jefe.

- Felicidades señor Tokita, es la primera vez en mucho tiempo que algo de este calibre  pasa por El Club, y esta invitación es para sus próximas peleas exclusivamente planeadas para usted. Serán los días 15 y 22 de octubre. Le aseguro que estos luchadores son de primera, al igual que el hombre que derrotó el otro día. Lo veo en el Club. Sett Clayton. – Era lo escrito en la carta, la cual tenía unos adornados muy formales y detallados de color dorado, negro y rojo adornando el papel blanco. Obviamente, Ohma asistió con devoción a las peleas, y supo que la carta no mentía, ya que esos luchadores si que eran buenos, pero aún así, sucumbieron ante el Ashura, el cual se había ganado aún más reputación y más dinero, aunque estos no les importase tanto. Los nombres de sus oponentes eran Yasuo Daigo y Talon Noxus, de rangos Ryujin y King, respectivamente.

Y finalmente una última carta, la cuál recibió justo el día anterior.

- Debo admitirlo, estoy más que impresionado. Derrotaste a los 3 herederos del Kudo Yanagi. Así que... ¿Qué te parece si conoces a "Su creador"? Ven al club para hablar con él en persona. – Fue la última desconcertante carta por parte del Jefe, la cual hizo que Ohma se pusiera en práctica con más y mejores técnicas, logrando así terminar su entrenamiento en todos los otros estilos, pero estos siendo incapaces de alcanzar su 100%, aún. Pero este día era especial, y Ohma no se quedo atrás con su regalo.

- ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! – Exclamaron todos con emoción cuando Ruby entró por la puerta junto a Yang. (Nota: Con todos me refiero a al resto del equipo RWBYO y el equipo JNPR)

- ¡Wow! Muchas gracias a todos. – Dijo Ruby rebosante de felicidad al mirar su habitación de equipo, la cual estaba hermosamente adornada.

- Era lo menos que podíamos hacer. – Dijo Jaune en tono amable.

- Oigan, mejor pasemos a la parte de los regalos antes de que se impaciente. – Susurró Yang falsamente en tono cómico mientras se superponía en la niña.

- Ya basta Yang... ¡¿Y LOS REGALOS?! – Exclamó la oji plateada ansiosa e impaciente luego de quitarse a Yang de encima.

- Está bien, comenzamos nosotros. Entre los 4 te compramos esto, es un block de notas para escribir cartas. Yang nos dijo que te gustaba hacer eso. – Dijo Jaune, luego de que Ren le pasara el regalo y este a la cumpleañera, la cuál lo recibió con mucha emoción.

- ¡Muchas gracias! Les prometo que lo usaré. – Respondió Ruby con emoción.

- Y entre nosotras te compramos entradas para la nueva película de la Grimm Reaper. Ya lo hablamos con todos aquí y nos encantaría ir a verla. – Dijo Yang luego de hurgar debajo de su almohada, sacar 9 entradas de cine y darle una a cada uno, para que finalmente le de la última a Ruby. Y está última respondió simplemente abriendo la boca de la impresión sin decir una sola palabra.

- Grimm Reaper 3: La búsqueda del Cáliz Grimm... Esperen ¿Cómo consiguieron entradas? Son muy caras. – Dijo Ruby pasando del asombro a la interrogación.

- Yo y Ohma hicimos este pequeño aporte. Y no, no te atrevas a preguntar cuánto costó. – Respondió Weiss amablemente, e interrumpiendo a Ruby cuando vio que esta estaba a punto de decir algo, en lo cuál había acertado.

- No sé qué decir. Gracias, de verdad. – Dijo Ruby con mucha felicidad al ver todo lo que le habían preparado.

- Todavía no ha terminado. Hay pastel, panqueques y mucho más. Además, esto llegó esta mañana para ti. – Dijo Yang señalando la mesa, la cual tenía 3 pasteles de considerable tamaño preparados por Yang, Weiss, Nora junto a una montaña de panqueques preparados por Ren y Jaune, todo acompañado por jugo de fruta casero exprimido por Ohma y Pyrrha, para después darle una carta, la cuál al ver quién la escribió, se veía la emoción en sus ojos, y solo se fue rápidamente a su cama para leer la carta, mientras los demás comenzaban a disfrutar del festín que habían preparado.