•DIECINUEVE•

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JÚPITER

—No tengo ni la menor idea que como hacer todo esto—la pelirroja continua caminando de allá para acá en la pequeña habitación, talla nuevamente su rostro algo frustrada—. ¿Y si uno de ellos me ataca? ¡Agh! ¡Esto es un horror!

— ¿Puedes calmarte? —le pido—. Es un hospital psiquiátrico, no una cárcel. Además, la mayoría de ellos estarán sedados, ¿vale?

Amnesia se detiene y deshace el cruce de brazos mientras relaja un poco los hombros, sonrió al verla acomodar su uniforme de enfermera para que no se arrugue, creo que era la primera vez desde que está aquí que la veía preocuparse por como luce. Normalmente ella elijé la primera ropa que ve y ni siquiera piensa en peinarse al menos un poco, sin embargo era por eso que me gustaba estar con ella, por toda esa simpleza en su físico y la complejidad que tenía en toda su cabeza.

Hace una semana ya que la comandante la eligió a ella y a Vega para infiltrarse en el psiquiátrico en donde sería la cacería, así escanearían una vez más el lugar y verían si la paciente cero continua en la misma habitación o ya la habían cambiado, Amnesia acepto sin dudarlo, pero justo ahora ese miedo y las preguntas comienzan a bombardearla. Y vaya que no era buen momento, los nervios solo la vuelven más vulnerable.

— ¿Y si me descubren? —vuelve a preguntar.

Sonrió al verla actuar tan inmaduramente.

—Debes calmarte, no logras nada si te preocupas de más—le aseguro.

Ella asiente y se acerca para sentarse junto a mí, colocando ambas manos en las rodillas y dejándome ver todo su perfil gracias al hecho de que trae toda su cabellera rojiza sujeta en un moño alto, la verdad es que sin todo ese cabello en su rostro se puede apreciar el par de pecas en sus mejillas y nariz, se podía apreciar como tensaba la mandíbula por el momento y como logra respirar tan despacio a pesar de la situación.

No me molestaba verla en lo absoluto, y de alguna forma a ella tampoco.

Permanecemos en silencio por unos minutos, quizá esperando a que el otro hable o mencione algo.

—Yo amenace a Nashira—murmura ella—. Sé que Cosmos te conto lo que recordé, pero mentí— .Yo estaba apuntándole a la cabeza con un arma y creo que iba a disparar. Creo que fue allí cuando perdí la memoria—desliza sus manos un par de veces por sus piernas. Esta nerviosa—. Solo no confié en él para contárselo porque... tenía miedo, de mis errores, y de eso que iba a hacer.

—Curioso, porque ni recuerdas esos 'errores'.

—Algunos si...

— ¿Por ejemplo?

Ella se lo piensa por unos segundos, haciendo una mueca extraña mientras se muerde el labio inferior.

—... La noche de la fiesta de Adhara—susurra.

Rio ante su comentario.

—Vale, vale. Te llevaré de vuelta al principio: yo te bese, no tú. En ese caso, es mi error, no el tuyo...

—Entonces si fue un error—ironiza con un encogimiento de hombros.

—No lo dije, solo acepte lo que tú has dicho. Y tú referiste a ello como un "error" —me levanto y apoyo las comillas con ambas manos para que pueda verme.

—Digo que fue un error porque dijiste que te arrepentirías igual—se levanta y se cruza de brazos al enfrentarme.

—Pero no me he arrepentido—le confieso—. No hasta ahora.

Pensaba recibir una mirada tierna o incluso un rubor ligero de su parte, en cambio, ante mi comentario, solo logre que me observara con expresión solemne. Pasado unos segundos abre la boca para decir algo pero solo alcanza a soltar a una risa; y no una de esas tiernas y nerviosas, no, una de las enérgicas y contagiosas, como si mi declaración hubiese sido solo chiste.

AMNESIA © [COMPLETA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora