AMNESIA © [COMPLETA] ✓

•VEINTICINCO•

JÚPITER

—¿Cómo que no está?—vuelve a preguntar Amnesia por enésima vez—. ¿No aviso si tenía alguna reunión o algo? Quizá ella solo...

—¡No está! ¡No está!—repite Orión al caminar de un lado a otro por la oficina vacia—. Y lo peor es que tenemos a una mujer aún en la ambulancía.. ¡ja!

Cosmos se encontraba dando giros en la silla detrás del escritorio, estaba muy callado para mi gusto, pero preferí dejarlo hacer lo suyo mientras analizaba la situación. Todo estaba muy extraño, desde habernos dejado sin aviso, como haber despedido a todo el personal y el haber dejado toda la información a la mano, ella estaba tramando algo, y lo peor es que ni la miníma idea me pasaba por la cabeza de lo que podía ser.

—Esto no lo ha dejado para nosotros—habla el rubio al fin, atrayendo las miradas de todos al señalar el escritorio con nuestras fotos y un montón de papeles que no me atreví a leer—. Está organizado, mucho a decir a verdad.

—Todas las armas y recursos están en su lugar—llega Altaïr a la habitación—. Ni uno más, ni uno menos.

—Más extraño aún—continua Cosmos.

—La televisión...—murmura Amnesia—.. El canal local estaba diciendo algo cuando...

—¡Carajo!—solte de inmediato buscando el control remoto en los gabinetes del escritorio.

Orión y Cosmos parecieron perderse con mi idea, pero Altaïr capto de inmediato al entender a lo que se refería la pelirroja, con rápidos movimientos comenzo a buscar en el armario -lugar donde se guardaban los pasaportes falsos- para no encontrar absolutamente nada. Una vez con el control en mi mano encendí la televisón, saltando de canal en canal ya se hacia algo tarde para las noticias.

—Buscaré en internet—soltó Altaïr al salir de la habitación.

—Yo avisaré a Hale y a Nashira—Amnesia copio su acción.

Miré a Cosmos a los ojos a la vez que dejaba el control a un lado de su mano, apoye las manos en el escritorio y espere a que soltará algo.

—Intentas decir que..

—Si—le respondí sin más—. Nos delato.

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—Continúas muy callado—farfulla Orión al pasar junto a mí para sentarse al otro lado del mesón— ¿En qué piensas?

—Siempre estoy callado—respondo obvio tomando una tostada de su plato, el peliblanco aleja su plato algo enojado.

—La diferencia es que conmigo omites el silencio—ataja la mermelada para destaparla y toma un cuchillo de mesa—. ¿Lo olvidas, amor? —bromea colocando su mano sobre la mía, causando una risa y un apartado de mi parte.

— ¿Quieres que hablemos? —Arqueo una ceja mientras él agrega mermeladas al par de tostadas— ¡Bien! Hablemos de Nashira y esa noche en que...

—... Espera, espera, espera—me interrumpe nervioso, apuntándome con el cuchillo como si esta fuese un arma—. No vayas a decirlo.

— ¿Decir qué? —arqueo las cejas nuevamente, pero esta vez en plan 'inocente'—. Solo iba a mencionar que esa noche te llamé muchas veces y ya.

—Claro—dice con sarcasmo apartando el cuchillo y volver a untar mermelada—. Pero sí, esa noche paso algo, querido amigo—intento buscar su mirada pero el muy imbécil la mantiene en el movimiento del cuchillo contra el pan—... No sé en que pensábamos realmente, solo...