JÚPITER
—Ese día hiciste trampa—le recuerdo—. Lo recuerdo a la perfección.
Saturno hunde las cejas a la vez que niega rotundamente el hecho de aquel día. Y claro que lo negará, siempre termina haciendo lo mismo. Dejo la última arma en la caja de madera y la tomo con ambas manos para trasladarla a la mesa de Altaïr para que las compruebe y selle y la caja, cuando regreso a la mesa con Saturno, vuelvo a hablar.
—De hecho, recuerdo que en ese juego de futbol golpeaste a Vega—regreso a ordenar las armas con ayuda del pelirrojo—. Y nunca aceptaste que fue una falta.
Altaïr se ríe detrás, disfrutando de la mueca de chico regordete.
—No lo acepte porque no la golpee, ella se atravesó—se excusa en vano.
—Perseguía el balón, porque jugabamos futbol, eh.
—El balón si quiera estaba ahí—refuta.
Sonrió a medias mientras pienso una respuesta que de verás le haga enojar. Cuando al fin creo tenerla, el saludo de Orión hace que la olvide. Es peliblanco rodea la mesa y me apunta con un bolígrafo, usándolo como si esta fuese una arma.
—Anoche te estaba llamando como loco, ¿Dónde estabas? —pregunte antes de que él pudiera hablar.
El chico hace una mueca y baja lentamente el bolígrafo.
—De eso quiero hablar, necesito tu ayuda—llevo una de sus manos al cuello y rasca su nuca.
Orión estaba nervioso, pero no en mal plan. Y eso solo podía significar dos cosas: Nashira, o algo vergonzoso hasta para él. Dejo una de las armas en la caja y le tomo del brazo para salir de la cabaña, acá afuera todo estaba helado, ya estábamos adentrándonos en la temporada de frío y muchas nevadas en el campamento y el hecho de estar junto a un bosque y un lago no ayudaban mucho. Hoy traía un suéter blanco sin ningún dibujo, y ya por allí estábamos mal, Orión es de esas personas que puede tardar horas en solo elegir un suéter para la mitad del día, pero le gusta hacerlo y es una de las cosas que lo caracteriza: sus suéteres.
Cada suéter tiene algún significado para su día o estado de ánimo, puede estar triste y para ello necesita un suéter, muy feliz y para ello igual. Y en este caso el suéter blanco implicaba que no tenía cabeza para andar pensando en algún suéter del día así que eligió uno unicolor y sin dibujitos.
— ¿Dónde estabas anoche? —vuelvo a insistir.
El chico muerde su labio inferior y planta la mirada en sus tenis blancos, duda un poco antes de responder no muy seguro.
—Estuve con Nashira—susurro.
Hundo las cejas y tallo mi rostro.
— ¿Y eso que? ¿Porque no podías responder?
—Veras...—suelta aire y eleva la mirada—. Cuando 'con Nashira'—mueve ambas manos fingiendo ubicar las palabras imaginarias—, me refería a estar con ella, no en su compañía.
— ¿Que? Pero tú..
¡Oh Dios!
—Por eso no quería decírtelo...—vuelve a los susurros. Bufa y se sienta en uno de los escalones de la entrada a la cabaña—... Ni yo sé bien que estábamos haciendo, pero paso...
— ¡Estas de broma! —le interrumpo, doy un par de vueltas sobre mi propio eje y tallo mi rostro en confusión, esto no podía ser cierto—. ¿Cuándo dices 'Estar' te refieres a estar de...?—hago un leve ademan con la mano refiriéndome al hecho de que algo paso.
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AMNESIA © [COMPLETA] ✓
Teen Fiction❝somos producto de nuestro pasado, pero no hay razón para ser prisioneros❞ 〔🪐〕 ─ ❛ ◼◼◼◼◼ Una noche basto para que ella lo perdiera todo, para olvidar lo que había hecho. Ella querrá recordar, sin saber que mucho d...