•VEINTICUATRO•

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AMNESIA

¿Bien?

Las cosas no iban nada bien. De hecho, era todo lo contrario, creo que todo se estaba amontonando, Júpiter, la cacería, Poh... Todo se había vuelto un pequeño caos que había arruinado. Estábamos en el auto, solo Júpiter y yo. Esta mañana apenas y me miro, pero igual ni hacía falta, solo íbamos a estar unos minutos en el auto hasta llegar al psiquiátrico, luego cada uno iría a por lo suyo.

¡Ash!

El silencio con el castaño jamás había sido tan incómodo, he recreado un millón de veces en mi cabeza como pedirle perdón, pero al parecer pensarlo solo me atrasa las oportunidades en el momento, mientras más lo pienso más tiempo pierdo. Quizá, solo no es buen momento.

Júpiter intentaba aparcar el auto cerca de la entrada, aproveche para quitarme el cinturón y así salir cuanto antes, una vez nos detuvimos salte del auto y acomode instintivamente mi uniforme y saco del bolsillo la credencial de identificación que Hale-Bopp nos consiguió la vez pasada. Júpiter se adelanta hasta la puerta de metal y me acerco para que ambos mostremos las identificaciones, segundos más tardes el portón se abre con un pequeño pitido. Avanzamos por el camino de tierra hasta la cabina donde la chica rubia vuelve a ver nuestras credenciales y se queda mirando al chico sin descaro, cosa que a mí me enoja cuando él parece disfrutarlo, una vez nos deja pasar seguimos por uno de los pasillos y gracias a que la mayor parte es descubierto con vista al patio central, se me hace fácil ubicar a Vega y a Urano que ya cuidaban de los pacientes. Júpiter está a unos metros delante de mí, supongo que ni siquiera acá fingirá llevarse bien conmigo o algo.

— ¿De verdad no vas a hablarme? —pregunto tragándome el orgullo. Pero para empeorar las cosas, el castaño solo suelta un risa por lo bajo y me ignora— ¡Ja! —avanzo rápidamente y le tomo del brazo para que se gire hacia a mí, con un ceja arqueada es lo único que me encuentro—. De veras que tienes un grave problema de orgullo.

Hace un mohín que en otras circunstancias hubiese adorado, pero ahora solo me parecía desinteresado.

—No es un problema de orgullo—escupió al menos—. Es recordarme que prometí estar para ti, no detrás de ti, así que no confundas eso.

¿Qué me había dolido?

Claro.

Supongo que su silencio dolía menos, pero no podía decirle que estaba equivocado a algo similar. Por qué no me había quedado por él y su comportamiento, me había quedado porque no había forma alguna de salir del campamento y hablar con Poh sin que la comandante se enterase de mis actos de 'deslealtad', como seguramente ella le llamaría.

—Busquemos a esa paciente cero y ya—murmure avanzando.

Avanzamos hasta el segundo piso donde recordaba haber visto por primera vez al doctor, lo unico complicado hasta ahora sería que el doctor no estuviera de turno, pero para nuestra suerte esté mismo entro a una habitación del pasillo, el chico se apresuro a seguirle el paso y llegar hasta él antes de que cerrará la puerta, lo que me dejo afuera en la espera de ambos o uno de ellos saliera. Segundos despues escuche un ruido sordo algo extraño, cuando me estaba acercando para saber más ya Júpiter se encontraba abriendome la puerta mientras fingía estar preocupado.

—¿Eres enfermera, no?—pregunto abriendo un poco más la puerta para que logrará ver a ambos guardias detrás.

—S-si.

—Vale, porque mira—me tomo una de las manos para que entrará a la habitación y observará al doctor en el suelo—. Se ha desmayado de pronto.

AMNESIA © [COMPLETA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora