Sakuatsu

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El ruido blanco

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El ruido blanco

En un campus universitario conocer a nuevas personas era tan común como respirar. Los círculos de amigos se ampliaban, cortaban y engarzaban como un extraño organismo vivo, como... las lenguas del mundo.

Atsumu, en su primer año de carrera fuera de su hogar y de la observación y contención directa de su gemelo Osamu, no pudo hacer menos que aferrarse a Suna, amigo de ambos y futuro comunicador audiovisual cuya facultad se encontraba enfrente de la de filología. Obviamente, Atsumu lo convenció de compartir piso, de todas las ventajas de tener algo conocido entre tantos nuevos estímulos y de su grata resistencia al frío cuando hubiese que comenzar a pagar el doble de electricidad en invierno por culpa de la calefacción.

—¿Estás tratando convencerme a mí o a ti mismo, 'Tsumu? —había protestado ese idiota siempre confabulado con su hermano y con unos ojos rasgados tan sospechosos y juzgadores como cada una de las palabras que salía de su boca.

Pero aquello jamás funcionaba y los ojillos castaños de Atsumu brillaban con curiosidad—. Oh, siempre me emocionará descubrir una cosa nueva de ti, Sunarin. ¿Todos los de tu zona se saltan las preposiciones de las semiperífrasis?

Y volvían a empezar. En algún momento a Suna le había dejado de afectar, pero con la vida universitaria los conocimientos y, por lo tanto, los análisis exhaustivos cada vez eran más comunes y extenuantes, por lo que ya no contenía sus quejas y advertencias.

—Con tu grupito de filólogos puedes charlar de tus cosas tanto como desees, pero ahora te voy presentar mis amigos, así que no los trates como tus conejillos de indias, 'Tsumu.

—Algún día debería ponerme a apuntar tu uso de las preposiciones, Sunarin. Cuando volvamos al piso analizaré alguno de los audios quejándote que me mandas.

—Sí, sí; ahora cállate y compórtate bien por una vez.

Atsumu sonrió de aquella forma inocente que no convencía a nadie, pero se mantuvo en silencio hasta que llegaron a la mesa de la cafetería en la que se encontraban los otros dos individuos. Uno era Komori, el mejor amigo de Suna y que ya había conocido de forma indirecta por la fuerza e intensidad de su voz por audios, llamadas y videollamadas. El otro casi no lo reconocía; lo recordaba por aparecer en las fotos de Komori y eran algo así como primos, pero fuera de que se apellidaba Sakusa y cuál era su user en Instablam, no sabía nada de él.

—Chicos, este es Atsumu, el hermano de Osamu y mi compañero de piso.

—Espera, ¡¿me tienes que presentar por el nombre de mi hermano?! —protestó sin siquiera llegar a sentarse. Suna le dedicó una fría mirada de advertencia, una que gritaba "si sigues así, me dedicaré a lavar platos con agua caliente cada vez que vayas a ducharte"—. ¿Ellos de qué lo conocen?

—Es Miya Osamu, de Onigiri Miya. No hay universitario que se alimente de comida rápida y barata que no lo conozca —dejó caer Suna, como si aquello fuese una respuesta obvia.

Set; drabbles de Haikyuu!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora