01.

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SKYLER.

—Entonces... si salto, ¿no me voy a morir? —le pregunto en voz baja.

Paul sonríe. —No, amor. Sólo salta.

—Paul, si me muero, te voy a jalar las patas mientras duermes.

Salto del acantilado y grito por el pánico que estoy sintiendo. Me zambullo cuando estoy en el agua. Abro los ojos dentro, olvidándome que el mar es salado; no importa, en realidad. Nunca me arden los ojos cuando hago eso.

Siento las manos de Paul alrededor de mi cintura y subimos a la superficie. Me subo a su espalda, mientras él ríe.

—Eso fue muy valiente de tu parte, Sky —me felicita.

Dejo un beso sobre su mejilla. —Fue mi lado Gryffindor.

—Lo tienes muy escondido, eh —comenta. Nadamos como podemos estando en esa posición hacia la orilla.

Me bajo de su espalda con rapidez, para secarme y envolverme en mi toalla. Paul me abraza por la cintura y me ayuda a entrar en calor; últimamente su temperatura de encuentra mucho más elevada que la mía. No es muy seguido, cosa que agradezco; no quiero que se enferme.

Es mi casi algo. Todavía no definimos que somos con exactitud. Lo conocí hace un par de años cuando mi padre y yo fuimos a casa de Billy Black a ver un partido. Jacob y yo salimos a pasear por la playa; ahí fue donde lo conocí.

Oh, mi preciosa playa. El mar siempre trae cosas buenas, muy buenas. Amo estar bajo el agua. Podría pasar horas dentro.

—Bebé —me habla. Le doy una mirada, expectante—. ¿Hoy no llegaba tu hermana?

—Oh, mierda, ¡lo olvidé! —Tomo mis cosas con rapidez. A penas puede ponerme mi short y Paul me ayuda a colocarme su cazadora—. Gracias. Te quiero. Nos vemos después. Me llamas o te llamo.

Me cuelgo la mochila y corro hacia mi motocicleta. Lo enciendo a penas estoy arriba de mi cachivache. No puedo cerrarme la cazadora y siento el frío sobre mi abdomen. La vida me odia.

El camino es largo. ¿Lo peor? Lo peor es que casi soy atropellada por uno de los hijos del doctor Cullen. Sé bien que fue Haeden; es el que tiene un Ferrari negro. Maldito, como lo detesto.

Me percato del auto de mi padre y siento que la presión se me va a bajar. Ya llegó y no estuve aquí para recibirla, como le prometí. Me va a matar.

Padre nuestro que estás en los cielos...

—¡Skyler Swan! —me regaña papá en cuanto entro a casa. Suelta un bufido exasperado—. De nuevo, la arena, hija, límpiate la arena.

—¡Es que lo olvido! —me quejo, mirando hacia todos lados—. ¿Dónde está?

—En su habitación.

—¡Bells! —grito, subiendo las escaleras. Entro a su habitación de golpe y ella me frunce el ceño.

—¿Estás con traje de baño con tanto frío?

Muevo la mano, restándole importancia. —Da igual. ¡Abrázame que no te he visto en meses! ¡Años, Isabella!

—¡Solo Bella, Skyler! —me regaña.

Guarda silencio cuando la abrazo. Ella me devuelve el gesto, pero luego me echa de su habitación, pidiéndome que me bañe.

Después de darme el tan aclamado baño, vuelvo con ella para ponernos al día de las últimas novedades de Phoenix y Forks. Le cuento sobre Paul y ella me dice que no tiene a nadie. Le voy a conseguir un novio, aunque mi vida social sea pequeñita.

𝗦𝗞𝗬𝗟𝗘𝗥: 𝗦𝗲𝗰𝗿𝗲𝘁𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗹 𝗠𝗮𝗿.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora