Capítulo 13: Los orbes turquesas.
SKYLER.
El pánico se instala en mi pecho al notar que no vamos hacia casa, sino a la dirección opuesta. Vuelvo a derramar varias lágrimas asustada y sin saber qué más hacer para sentirme en calma.
—¿Adonde vamos? —pregunta Bella. Nadie tiene el valor para responderle, ellos ni siquiera nos ven—. ¡Maldita sea, Edward! ¿Adonde nos llevas?
—Debemos sacarlas de aquí, lo más lejos posible y ahora mismo.
Bella comienza a protestar en medio de gritos, tirando de las correas del arnés. Como la muchacha débil que soy, me pongo a llorar a moco tendido, pensando en mi papá.
Yo no quería esto, lo juro. Debí de quedarme en casa o escaparme lejos de todos ellos.
—¡MÁS TE VALE LLEVARNOS A CASA, CULLEN IMBÉCIL! —advierto cuando Emmett detiene a Bella—. ¡QUIERO IRME A CASA! ¡ALÉJATE DE NOSOTRAS, MALDITO! ¡TODO ESTO ES SU CULPA! ¡ESTÁN LLEVÁNDOME CONTRA MI VOLUNTAD, ES SECUESTRO! ¡AAAAAAAHHHHHH!
Bella continúa gritando al igual que yo, hasta que Edward nos calla con su grito.
—... ¡Es un rastreador, Alice! ¿Es que no te has dado cuenta? ¡Es un rastreador!
Rastreador: que rastrea.
Duh, Skyler.
¿Entonces es como un sabueso que nos perseguirá hasta que pueda beber la última gota de nuestra deliciosa sangre?
Oh, no.
¿Por qué me tienen que pasar estas cosas a mí? Estoy cansada de ser una de tus mejores guerreras, Dios.
—Para en el arcén, Edward.
—Escúchame, Alice. Le he leído la mente. El rastreo es su pasión, su obsesión, y la quiere a ella, Alice, a ella en concreto. La cacería empieza esta noche.
—¿A quién quiere? —pregunto con el corazón a nada de abandonar mi caja torácica.
—No sabe dónde...
—¿Cuánto tiempo crees que va a necesitar para captar su olor en el pueblo? Laurent ya había trazado el plan en su mente antes de decir lo que dijo.
—¡Charlie! ¡No pueden dejarle allí! ¡No pueden dejarle!
Al igual que Bella también lucho contra mi arnés, de nuevo.
—¡No entiendo nada! ¡Quiero ir a casa!
—Bella tiene razón —arguye Alice—. No tardaremos demasiado en considerar todas las opciones.
La velocidad del auto baja poco a poco hasta por fin frenar en el dichoso arcén de la pista. Termino casi golpeándome con el freno brusco que hace.
—No hay ninguna opción —escucho que dice Edward.
—¡No vamos a abandonar a Charlie! —chilla mi hermana.
—Cállate, Bella.
No sé cómo lo consigo, pero estiro la mano para darle un golpe en la nuca al vampiro con cabellos de escoba, consiguiendo que emita un quejido bajo.
—Primero; no la calles porque te voy a golpear tanto que vas a quedar realmente irreconocible. Segundo; llévanos a casa. Y tercero; soluciona esto tú porque no estaríamos en esto si tú no te hubieses acercado a mi hermana.
—Tienes que llevarlas a casa —añade Emmett.
—No —se niega y le muestro mi puño—. Dejaremos a Skyler porque el cazador no la quiere, no es relevante.
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𝗦𝗞𝗬𝗟𝗘𝗥: 𝗦𝗲𝗰𝗿𝗲𝘁𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗹 𝗠𝗮𝗿.
Fanfiction𝗦𝗞𝗬𝗟𝗘𝗥 | ¿Puedo sentarme? Jasper Hale fanfic. Cada día, cuando sale el sol, ella se sumerge. Cada noche, cuando sale la luna, ella desea estar bajo el agua. Skyler ama el mar y quiere descubrir los misterios que habitan en él, sin saber, que...