❝Dónde Kuroo sufre de ansiedad❞
⚠ Warning ⚠
Leve mensión de ansiedad | intento de fluff
Palabras: 563
Se miró en el espejo y maldijo por lo bajo cuando en sus manos casi resbalan las tres pastillas que tomaría, una parte de su rutina mañanera desde hace unos cuantos meses. Podía sentir como sus piernas temblaban y su cuerpo era invadido por escalofrios que le hacían rechinar los dientes. Trató de relajarse respirando hondo, pensando en los colores que adornaba su baño y deletrear palabras cortas; cerró los ojos en un mal intento de alejar todas las fuertes emociones que le estaban atacando.
—Estoy en casa.—se quedó quieto, abrió los ojos solo para de un movimiento echarse las pastillas a la boca y pasarlas sin ayuda de agua.—¿Kuroo?—escuchó al otro lado de la puerta del baño, después unos pequeños golpes en la puerta para saber si con eso habría una respuesta.
—Dame un momento.—murmuró sin voz, abrió el agua helada y con una mano se tiró agua en la cara sin importar si esta salpicaba en todos lados o en su camisa, cuando menos se dió cuenta su camisa se le pegaba al pecho y le incomodaba; sin más opción se la quitó. Cuando termina de tomar unas cuantas exhalaciones más, abre la puerta con fuerza y sale de aquella habitación que le sofocaba.
—Estoy aquí.—avisó Kenma con una mano alzada por la puerta, el pelinegro sonrió ligeramente y se encaminó hasta su habitación, aquel sitio del que había salido corriendo antes por la agonía que estaba sintiendo pero que ahora solo le daba paz, aunque, sabía que era por la presencia del rubio ahí que ese sentimiento había cambiado.—Hubo entrenamiento hoy, quizá apesto a sudor.
—Hueles bien.—respondió simplemente. Kenma sonrió ligeramente para proceder a quitarse la chamarra y dejarla a los pies de la cama, se dejó caer sin preocupación en la cama de Kuroo y le miró desde ahí con ojos preocupados.—¿Estás bien?
Era una estúpida pregunta, pero para Kuroo, era el inicio de algo tan intimo como lo era el hablar de sus malestares y sentimientos sin miedo a ser juzgado por ello; de besos en la frente y palabras de aliento que le harían llorar hasta que los ojos se le hincharan y terminara riendo por las pequeñas bromas de Kenma sobre sus ojos de pez dorado. Simplemente dejó caer los hombros y se acomodó entre el cuerpo del rubio, pasando sus brazos por debajo de los otros y enterrando su rostro en el hueco del cuello y el hombro del menor, aferrandose al cuerpo cálido que le recibia con amor y comprensión; un cuerpo que le rodeó el cuello y con una de sus manos le acariciaba el cabello, mientras que con la otra le acariciaba la espalda desnuda en forma de circulos, cuyos labios le dijeron.—Está bien, estoy aquí.
Su frente recibió un beso corto, después otro y finalmente le apretó más a él.—Te amo.—le susurró en el oido, palabras que hicieron que su corazón doliera de amor y latiera fuerte, que sus ojos se llenaran de lágrimas y sus labios temblaran.
—También te amo.—dijo con la voz entrecortada por el llanto el pelinegro, recibiendo más besos en la frente.
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Nota del autor.
¡Hey! tiempo sin vernos, aquí les traigo algo corto que me inspiró la imagen.
Créditos a @gongkouwuwu en twitter!
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―❝𝔨𝔲𝔯𝔬𝔨𝔢𝔫 𝔬𝔫𝔢‐𝔰𝔥𝔬𝔱𝔰❞
Fanfiction✎ ONE-SHOTS ̖́- ❛❛ Donde escribo relatos cortos del Kuroken❜❜ ❁ཻུ۪۪⸙͎ Primera parte de la serie de one-shots ̖́- ❀ Limite de 100 capitulos ❀ No hay relación alguna entre cada capitulo !¡ © rytzen ̖́‧