-¿Estás listo?- Le pregunté a Marco que seguía en la cocina
-Espera, espera, ya voy- Me respondió apurado- Ya casi termino
-Deprisa Marco- Me queje sentado en el sillón
-Ya, ponlo, ya estoy listo- Llegó a mi lado mientras activaba el reproductor, con un bote lleno de frituras y palomitas
-¿Te vas a comer todo eso?- Le pregunté
-Sep- Respondió masticando- Puedo comer lo que quiera y no engordar
-Lo se, pero es demasiado- Dije mirando las botellas de refresco que dejo en la mesa- Tendré que comerlo contigo
-No, son mías- Dijo golpeando mi mano- Tu fuiste el que dijo que no comería esto, ahora no puedes quejarte
-Vamos, dame un poco- Dije quitándole algunas papas.
Se enojo un poco pero al final termino cediendo, así que comí con el mientras la película se desarrollaba. Era fin de semana, tenía dos días libres para estar en casa, así que queríamos pasarlo descansando. Al menos el, yo todavía no empezaba a buscar trabajo.
Marco escogió una película romántica, aunque sabía que terminaría llorando como siempre. Siempre que le tocaba escoger una película, Mikasa y yo nos quejabamos. Nosotros preferíamos películas de acción o de terror. Marco no, odiaba las películas de acción y era miedoso, así que siempre sufria por nuestra culpa.
El recuerdo me hizo sonreír, mientras miraba a Marco estar atento a la televisión. Seguía comiendo mientras sujetaba su camisa, parecía que sufría lo mismo que los protagonistas. Rio con ganas cuando tocó la escena de las medias de abeja, como si estuviera ahí.
En lugar de poner atención a la película, solo podía mirarlo a el. Sus expresiones, como sujetaba mi antebrazo y lo sacudía cuando quería que pusiera atención, como se cubría los ojos al ver la escena vergonzosa, como si él lo estuviera pasando. O como las lágrimas salían al ver cómo se separaban y se alejaban el uno del otro. No entendía muy bien de que iba, solo sabía que el hombre iba a morir, y la chica quedo con el corazón roto.
Marco había dejado de comer, al parecer las lágrimas y el nudo en su garganta no lo dejaban hacerlo. Decidí poner atención al final, la chica se besaba con el, mientras la escena cambiaba poco a poco. Le dejo una carta donde le pedía vivir, y empezó la canción que avisaba que terminaba. Suspiré un poco aburrido mientras apagaba la televisión
-¡No!, ¿Por qué lo apagaste?- Me reclamo Marco mirándome, sus ojos brillaban con las lágrimas y su nariz estaba roja.
-Ya termino- Respondí con un pequeño respingo
-Pero la canción no, es hermosa- Me reclamo con más fuerza- ¡Queria terminarla!- Por alguna razón, el sonrojo en sus mejillas hacía resaltar sus pecas.
Pensé que se veía tierno
-Lo prenderé de nuevo- Dije tratando de calmarlo
-No, olvídalo. No importa- Termino de decir- Mierda, no termine de comer esto
-Te dije que era demasiado
-No sabía que dejaría de comer a la mitad. Esa película es demasiado triste...
-Pero al final termino bien- Dije encogiéndome de hombros- El por fin dejo de sentirse como una carga, estoy seguro que se sintió aliviado. Y ella por fin se dio cuenta que debía vivir, que ella misma era su mundo
-Mmmm, tienes razon- Reflexionó un poco- Pero yo quería que estuvieran juntos, aunque al menos lo estuvieron durante un corto periodo de tiempo... - De pronto el comenzó a reír, lo miré confundido y el negó con la cabeza- No es nada, solo algo que pensé
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Amargo
RandomPor favor solo dale una oportunidad a la historia, además soy mala poner descripciones de mis historias y mucho más ponerles nombres