-¿Cuando empiezas?- Me pregunto Marco mientras comíamos
-Me dijeron que podía hacerlo en dos semanas- Respondí- Solo que está vez seré un practicante
-Eso es algo, más adelante podrías recuperar tu anterior puesto- Me alentó mientras sonreía
-Tal vez, aunque estaría comodo como empleado normal- Dije encogiéndome de hombros
Había llamado a mi anterior jefe, le pedí disculpas por el altercado y le agradecí por lo que hizo por mi. Mientras estábamos en la conversación me preguntó que haría ahora y me sincere con el, diciéndole que no tenía nada planeado. Fue una gran sorpresa que me ofreciera empleo de nuevo, acepte de inmediato y me dijo que el arreglaría todo el papeleo. No me ofreció un puesto grande como el que tenía antes, pero de cualquier manera lo agradecí. Era un nuevo comienzo, una nueva etapa
-¿Terminaste?- Le pregunté a Marco y el asintió. Levanté sus platos para lavarlos- ¿Quieres hacer algo?- Pregunté- Tenemos todo el día
-No lo sé, ¿Quieres ir a comprar algo?- Pregunto con aburrimiento- Podríamos salir a comprar... No, mejor no, me quedaré acostado
-¿Estás seguro?, Nunca salimos- Dije a la ligera- Siempre nos quedamos encerrados
-¿Tú quieres salir?- Pregunto en voz baja
-Sería bueno, ¿No crees?
No recibí respuesta, mire a Marco mientras secaba mis manos y el solo miraba más allá de mí. Lo llame de nuevo. No fue hasta que toque su hombro que me miro, parpadeando.
-Lo siento, me distraje- Me dijo riendo- Si, es bueno que comiences a salir, ¿Por qué no vamos a comprar un poco de ropa?
-¿Ropa?
-Si, la vas a necesitar cuando empieces a trabajar y si saldremos más seguido necesitas verte bien- Marco se veía algo emocionado, motivado. Lo cual fue un poco extraño, había dicho que no quería salir- Deja de usar ropa de vagabundo
-¡Mi ropa no es de vagabundo!- Me queje mientras se levantaba
-Ire a cambiarme para irnos- Se alejo de mi riendo por eso último
Me sentí un poco incómodo con el cambio de humor, pero no había nada raro. Tal vez solo lo estaba imaginando. Fui a la habitación siguiendo los pasos de Marco, ya se estaba cambiando, así que estaba en ropa interior. El pequeño boxer negro decoraba su pálida piel.
-Lindo trasero- Comenté en broma
-Lo sé, deberías probarlo- Dijo respondiendo con risa, pero está se cortó cuando se dio cuenta de lo que dijo- ¡N-NO!, No quise decir eso, lo juro
Sus mejillas quedaron de un rojo intenso, casi púrpura por la vergüenza que sentía. Me reí con ganas al ver su reacción, aunque entendía el trasfondo de lo que dijo. Me puse la camisa con la que saldría mientras el se maldecia, y después camine hacia el.
Era cierto que no había avances, lo único que hacía era ayudarlo a masturbarse en algunas ocasiones pero eran muy pocas, realmente muy pocas. Tal vez 3 o 4 veces en dos meses. Pero nunca dijo nada, no se quejo y tampoco pidió más. Al contrario, yo deseaba que pidiera más, porque ver a Marco a punto de venirse era muy hermoso, casi un espectáculo. Mi vista se llenaba de el, y era lo único que necesitaba.
Llegué y lo abrace por la cintura, se tenso y desvió la mirada cuando quedamos uno frente al otro.
-No me molestes...
-No iba a hacerlo- Dije con una sonrisa- Mírame Marco
-¿Que?- Dijo casi con un puchero
-No me molestaría probarlo- Susurré cerca de sus labios
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Amargo
RandomPor favor solo dale una oportunidad a la historia, además soy mala poner descripciones de mis historias y mucho más ponerles nombres