-¿Quieres ir a comer?- Me preguntó Marco, acostándose sobre de mi
-¿A dónde quieres ir?- Pregunté mientras seguía jugando con mi teléfono
-Armin me invitó, pensé que querrías hablar con el- Dijo quitandome el teléfono para que lo mirara- ¿Quieres ir?
-Si, no estaría mal verlo- Dije, aunque me sentía un poco nervioso- ¿Es buena idea?
-Me dijo que solo irá el- Hablaba de Eren, todavía era un tema delicado- Jean, ¿Hablaras con el en algún momento?
-No lo sé- Respondí sincero- Va a ser difícil verlo y, recordar todo. El me culpa
-Lo sé- Se quedó en silencio, mientras acariciaba mi mejilla
-¿Crees que me perdone?- Pregunté sintiendo un nudo en la garganta
-Si lo hará, aunque le tomara un poco de tiempo. Perdió a su familia, igual que tu
-Te tengo a ti- La frase salió sola, Marco era mi familia ahora
El solo sonrió y beso mi mejilla, para ponerse de pie.
-Lo veremos en una hora, date prisa
Le respondí que si y me levanté para vestirme también. Me sentía nervioso, había dejado de verlos durante casi un año y no sabía que tanto pudo haber cambiado en ese tiempo. Marco me había dicho que no habían muchas novedades, y que en realidad estaban esperando a que regresará a ellos.
Cuando lo pensaba mejor, en realidad yo hice que se alejaran. Los primeros días y semanas desde el accidente, vinieron a verme muchas veces y siempre los sacaba o simplemente los ignoraba. Poco a poco dejaron de venir, a excepción de Marco, que a pesar de lo idiota que fui, no se rindió conmigo. Le debía mucho
-¿Dónde vamos a verlo?- Pregunté a Marco cuando llegamos al centro de la ciudad
-Me dijo que nos vería aquí, esperemos un poco- Reviso de nuevo su celular- Dice que ya nos vio
-¡Aquí estoy!- De pronto escuché que grito. Sus brazos se envolvieron a mi alrededor, mientras se reía- ¡Extrañaba ver tu horrible cara!
-Si, también me alegro de verte- Dije poniendo los ojos en blanco
-Estas muy flaco, ¿Acaso Marco no te da de comer?- Pregunto mirándolo
-Tiene bichos en el estómago, no es mi culpa- Comento Marco
-Que asco- Respondió Armin y empezó a reir- Bien, es hora de ir a comer. ¡Yo invito!
Armin se quedó a mi lado, así que trate de que Marco estuviera del otro y poder tomar su mano, pero se alejo de mi. Camino junto a Armin, hasta llegar al pequeño restaurante donde nos sentamos en una mesa cerca de la ventana.
-Es lindo- Comento Marco. Se había sentado del otro lado de la mesa- ¿Qué deberíamos comer?
-Algo que sea delicioso- Dijo Armin
Después comenzamos a hablar con normalidad. En un punto, Armin preguntó sobre mi estado y como estaba llevando todo. Fui sincero, le dije todo lo que sucedió, y como me sentía. El asintió en todo y hablo sobre como fue para los demás, empezó a llorar, dejando caer lágrimas sobre su comida.
Marco estaba callado, solo nos miraba y asentía algunas veces, pero permaneció en silencio durante toda la plática.
-Tengo que ir al baño- Dijo de pronto- Ya vuelvo
-No tardes- Dijo Armin limpiando sus ojos- Ah, que bueno es tener a Marco
-Si, es increíble- Dije sonriendo- Me ayudo mucho. Aún lo hace
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Amargo
RandomPor favor solo dale una oportunidad a la historia, además soy mala poner descripciones de mis historias y mucho más ponerles nombres