Veintisiete

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-Ire a ver a Armin mañana, ¿Quieres ir?- Le pregunté a Marco una semana después

-No, estoy cansado- Dijo cerrando su cajón de ropa- Tengo mucho trabajo

-¿Algún proyecto importante?- Pregunté acercándome a el para abrazarlo

-Si, Matt quiere expandir la línea de restaurantes, así que necesita publicidad grande- Comento- En verdad quiere algo grande

-¿Cuánto más tienes que trabajar con el?- Pregunté acariciando sus brazos

-Solo un poco más, cuando salga del país, un compañero lo ayudará y yo me quedaré para administrar desde aquí

-¿Quiere que vayan con el?

-Solo uno del equipo para tener contacto, le pedí a otro que vaya- Se separó de mi, y sonrió- ¿A dónde irás con Armin?

-Todavía no lo sé, me dijo que tenía una sorpresa- Dije rascando mi mejilla- ¿Seguro que no quieres ir?

-Si Jean, estoy cansado- Se acercó y dejo un beso en mis labios- Me iré a dormir, buenas noches

Fue directo a la cama, se cubrió el cuerpo por completo y se durmió de inmediato. No quería molestarlo así que solo deje un beso en su mejilla y lo deje dormir todo lo que quería.


La semana siguiente me encontré con Armin. Esta vez fuimos a un restaurante tipo cafetería, el escogió una mesa grande con varios asientos que estaba en un rincón de la tienda. Se me hizo raro y también sentí que el estómago se me empezaba a apretar. Mis sospechas se confirmaron cuando Levi llegó. Suspiré aliviado cuando me dijo que venía solo, y poco a poco empezaron a llegar los demás.

La situación fue incómoda para mí, ellos hablaban de muchas cosas y yo solo me sentía atrapado y me arrepentía de haberme sentado junto a la pared. No tenía escapatoria de la situación. Ni si quiera sabía si debía o no hablar con ellos, si estaba permitido para mí.

-¿Y tú como estas, Jean?- Pregunto Sasha, desvíe la mirada de la pared para poder verla frente a mi.

-Bien, gracias- Respondí con cuidado.

Siguió un silencio incómodo que solo fue roto cuando Sasha empezó a llorar. No supe que hacer así que solo estire mi mano y le di un pedazo de papel, mientras seguía llorando. Al ver el papel golpeó mi mano, así que el pánico en mi solo aumento.

-Oye, puedo irme si quieres- Dije en voz baja, no quería mirar a nadie por la vergüenza

-¡No idiota!- Dijo entonces- No quiero que te vayas, estoy harta de eso

-¡Pero te hice llorar!

-En realidad todo la hace llorar, tiene unos 3 meses de embarazo- Respondió Connie con media sonrisa

-Oh, felicidades- Dije mirándolo

-¡No quiero que me felicites!- Volvió a levantar la voz Sasha

-¿Entonces que quieres?- Estaba confundido, no entendía a esta mujer

-¡No lo sé!- Respondió, Armin suspiro y Hange empezó a reír- Solo se que te he extrañado mucho...

A eso le siguieron más sollozos. Sentí calidez en mi pecho, sonreí un poco y tome su mano. Ella me miro con los ojos llenos de lágrimas.

-Lo siento mucho- Dije encogiéndome de hombros- Ya sabías que era un poco idiota

-Jean, te extrañe

Con eso me levanté de mi lugar y aunque estuviera en contra de las reglas, me subí a la mesa para poder llegar a su lado, empujando a Connie en el camino. La abrace durante un buen rato mientras ella lloraba y me reclamaba en el oído, me insultaba de maneras que nunca había escuchado pero también me pedía perdón por no hacer lo suficiente por mi.

Amargo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora