Amargo

Veintinueve

Los días siguientes, hable con los chicos y les asegure que estaba bien, Sasha se había quedado muy preocupada por las palabras de Eren.

Marco estuvo bastante ocupado así que casi no lo veía, pero también sentía que se estaba alejando un poco de mi, me trataba como siempre, pero lo sentía distante. A veces se quedaba callado mientras hablábamos, como si pensara en algo.

No habíamos tenido relaciones, en las noches dormía de espaldas a mi, sin siquiera tocarme un poco. Cuando se iba a trabajar, no me llamaba para despedirlo, y al llegar se iba directo a la cama.

Tal vez solo eran imaginaciones mías, estaba ocupado con el trabajo y debía entenderlo, era un proyecto grande, pero lo extrañaba. Quería hablar con el, como antes, decirle todo lo que sentía y borrar todo lo malo que sucedió entre nosotros.

Suspiré con cansancio mientras me acostaba en la cama, el todavía no llegaba.

Cuando desperté, Marco estaba en el baño, bostece y me levanté para saludarlo. Estaba cambiándose de ropa y lo abrace por la espalda, sus movimientos se detuvieron cuando sintió mis manos, pero no me alejo

-¿Que tal el trabajo?- Pregunté besando su hombro

-Ya casi está terminado, mañana será el último día- Dijo con suavidad

-Me alegro, así tendrás más tiempo para mi- Dije riendo, me miro por el espejo de manera seria y después se dio la vuelta para mirarme- ¿Qué sucede?

-Quiero pedirte algo- Dijo tomando mis manos- ¿Podemos hablar por un rato?, Cómo lo hacíamos antes...

-¿Antes?- Pregunté confundido

-Es solo una expresión- Dijo riendo- ¿Podemos hacerlo?

-Si, claro que si- Acepte de inmediato asintiendo

Tiro de mi mano hasta llegar a la cama y se acostó en ella, yo lo hice a su lado, mirando el techo. No dije nada y solo espere hasta que el comenzó a hablar

-¿Recuerdas cuando estábamos en secundaría?- Pregunto

-Si, lo recuerdo muy bien, lo aburrido que era

-No era aburrido, simplemente odiabas hacer la tarea- Dijo con sorna

-Si, tu siempre me obligabas a hacerla- Recordé riendo 

El empezó a reír, y poco a poco más recuerdos empezaron a salir. Unos más vergonzosos que otros, habíamos vivido muchas cosas juntos, casi toda una vida. Todo fue sobre nosotros, en ningún momento mencionamos a Mikasa o a Matt. Nos reímos bastante, las horas pasaron sin que nos dieramos cuenta, hasta que mis ojos estaban a punto de cerrarse por el sueño

-Jean, ¿Vas a dormirte?- Pregunto en voz baja, casi como si me dijera un secreto

-Ya casi, mis ojos se cierran- Conteste de igual manera

-Quiero que me prometas algo- Susurró

-¿Qué cosa?- Sentía los parpados pesados pero aún así lo mire

-Promete que estarás bien, que no volverás a irte como lo hiciste- Dijo y unas lágrimas salieron de sus ojos- Que a pesar de lo que suceda, no te perderás de nuevo

-Oye, estoy bien- Dije dándome la vuelta para abrazarlo- Te lo prometo, no volveré a beber, buscaré ayuda si es necesario. No te preocupes.- Entendía que se sintiera así, pero estaba seguro que no sucedería de nuevo.

Ya había tocado fondo

-Por favor, si algo sale mal, deja que los chicos estén a tu lado

-Oye, deja de llorar, te digo que estoy bien- Dije tocando sus mejillas- Además te tengo a ti, no necesito nada más que eso