Editado
-Buenos días- digo con voz melodiosa y a la vez entrando a la cocina. Me desperté de muy buen humor y estoy lista para que todos lo vean.
-Buenos días mi niña- dice mi nana con una sonrisa -aquí esta tu jugo- dice entregándome mi jugo de zanahoria y naranja.
-Delicioso como siempre nana, gracias- le agradezco para luego salir de la cocina y tomar asiento al final de las escaleras.
-Valentina, tenemos que hablar, en mi despacho, ya- ordena mi padre con voz autoritaria, nunca fue un padre amoroso, pero siempre ha estado en los momentos que más lo he necesitado.
-Okey- es lo único que llego a decir antes de volver a sentir la mirada pesada, esta vez no me dejo amedrentar y busco esa mirada y ahí esta el, Sebastián mirándome con burla, como si fuera gracioso.
-¿Que?- digo con voz dura y la única verdad es que su burla me esta colmando la paciencia.
-Nada- dice muy tranquilo y alzando los hombros quitándole importancia, pongo los ojos en blanco para después emprender camino al despacho de mi padre.
Antes de poder tocar la puerta escucho un pase de parte de mi padre es como si supiera lo que estaba a punto de hacer.
Mi padre siempre a sido muy calculador y siempre dos pasos delante de los demás. Paso al despacho de mi padre cerrando la puerta detrás de mi, en ese momento siento que alguien abre la puerta empujándome ya que estaba recargada en ella.
-Te estábamos esperando Sebastián- dice mi padre, Sebastián en cambio entra al despacho como Pedro por su casa y toma asiento a un lado de mi madre.
¿Nos estaban esperando?...
Y ¿Por que están todos aquí?, esta mi padre, mi madre, Majo, la señora Lucia y el señor Javier.
-¿Que pasa?- pregunto algo confundida y preocupada a la vez, ya que por las caras que tienen mis padres al igual que los señores Arango no es nada bueno, solo puedo ver a una confundida Majo al igual que yo.
-Hija conociéndote creo que deberías tomar asiento, por favor- dice mi madre con la voz más tranquila del mundo, tomo asiento no muy segura de hacerlo a lado de Majo quien me regala una tímida sonrisa.
-Ahora si me van a decir que pasa o van a seguir jugando a una novela de misterio- digo con sorna, y mi sonrisa se esfuma al ver que nadie ríe por mi mal chiste.
-Hija como sabes...- comienza mi padre con cierta ¿preocupación? -esto de pertenecer a una familia de mafiosos conlleva demasiados riesgos y sacrificios y ahora tu debes tener y tomar el sacrificio que te corresponde- me siento como si fueran a dictar mi muerte en este preciso momento.
-Eso lo se de sobra- digo con voz segura de ello y alguien que parece que quiere joderme la vida deja escapar una amarga risa.
-Claro que no lo sabes- contrataca Sebastián, le dedico una mirada matadora y este me ignora olímpicamente.
-Necesito que te cases dentro de una semana- dice mi padre dando por finalizada la discusión para luego salir de su despacho, ahora mismo soy una bomba a punto de explotar.
-¡Claro que no!- digo saliendo del despacho para luego gritarle a mi padre, se detiene cuando lo alcanzo a media sala para tratar de salir al jardín.
-¡Se hará todo lo que yo diga y punto!- grita mi padre haciendo que todos nos asustemos, nunca lo había visto así de enojado, pero en su mirada puedo ver miedo y tristeza cosa que me sorprende ya que en mi padre nunca he visto eso sentimientos.
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Cadenas de un pasado (Editando)
RomanceSu padre cree que entregar en matrimonió a su hija para protegerla y hacer crecer el imperio de la mafia esta bien, pero está cometiendo el más grande error, ¿El precio?, el precio será revivir el pasado. Pasado, es lo que define esta historia, vid...