Cadenas de un pasado (Editando)

Capítulo 4

Editado

NARRA VALENTINA:

Ya ha pasado una semana, mañana es el gran día. La única verdad es que no he vuelto a hablar con Sebastián y menos después en la forma en la que marco territorio.

¡Ja!

Por una parte me encanto que se pusiera celoso, por que eso me hace creer que tengo una ligera oportunidad, pero ya pensándolo bien, a él que le interesa al fin y al cabo no siente nada, ¿verdad?.

-¿Se puede?- pregunta mi padre entrando a mi habitación, sacándome de mis pensamientos. Asiento.

-Claro, ¿Qué necesitas?- mi relación con mi padre ha mejorado muchísimo y eso me gusta, esta semana lo he notado mas decaído, débil, ya no tiene ese brillo en los ojos que lo caracterizaba.

-Hija, se que estas nerviosa o tal vez muy enfadada conmigo, se que no me lo demuestras porque quieres hacerte la fuerte conmigo, pero no finjas enserio no quiero irme y que tu estés molesta- dice tomando asiento a mi lado en la cama, tomando mis manos entre las suyas.

-¿Sabes? desde que eras una niña siempre soñé con verte vestida de blanco, caminar y entregarte en el altar o verte con una pancita y dentro de tu vientre que lleves a mi nieto. Te amo mi niña, nunca pero nunca olvides lo mucho que te amo.

Cada una de sus palabras es un latigazo en mi corazón, saber que pronto se irá hace ovillo mi corazón, no me gusta pensar en eso pero es inevitable.

-No estoy molesta, a lo mejor si muy pero muy nerviosa, pero no molesta, nunca lo estaría, se que lo hago por ti, por mi y por mamá- digo sorbiendo mi nariz.

-Te adoro mi niña, ahora si me disculpas debo que ir a atender unos negocios- dice levantándose de mi cama para darme un casto beso en la frente para así salir de mi habitación.

*****

-Llego la hora- dice Ale y Majo al mismo tiempo y entrando a la habitación, Ale es mi mejor amiga somos inseparables en pocas palabras somos como uña y mugre.

En fin, la boda la decidimos realizar en la casa de verano de mis padres, el jardín a quedado precioso gracias a la ayuda de mi madre y la señora Lucia y uno que otro detalle mío, enserio ha quedado hermoso para una boda que se realizara en una semana.

-¿Nerviosa futura señora Arango?- bromea Majo, le doy una sonrisa bastante tensa.

-Algo- es lo único que digo para luego ser interrumpida por mi padre.

-Llego la hora mi niña- anuncia con una gran sonrisa. Se le ha hecho costumbre llamarme su niña y será de los recuerdos más hermosos que me queden de mi padre.

-Esta bien- lo digo en un suspiro, paso mis manos sudadas por el vestido blanco, estoy muy nerviosa pero a la vez intrigada de como será mi vida de ahora en adelante.

-Animo amiga, te casas con un super bombón colombiano, de que te quejas si está para comérselo- alega Ale con tono pícaro.

-¿Nos vamos?, te están esperando- vuelve a anunciar mi padre rodando lo ojos ante el comentario de Ale y está le regala la más inocente sonrisa, porque estoy segura de que se le olvido que mi padre estaba ahí.

-Si- digo en un suspiro, creo que no estoy lista pero ya di mi promesa, se lo prometí a mi padre y yo nunca pero nunca rompo mis promesas.

Salgo de la habitación del brazo de mi padre para bajar por las enormes escaleras que dan a la planta de abajo, para después salir por la puerta que da al jardín trasero de la casa y ahí se realizara la boda.