Horacio

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Volver al piso para ver a Volkov me esta dejando sin dinero.

Tampoco le quiero pedir a el ni a papu, me daría mucha vergüenza, Claire me había dicho de su nueva casa.

También me ha dado muy Buenos consejos esta semana, después de el casi beso con Volkov me volví loco.

Pero eso da una señal de vida hacia nosotros, una que nunca había tenido antes.

Ya no tengo para pagar el alquiler de esta semana, mantenerme a mi y a Perla ya es algo complejo y más estando solo.
No se que hacer ahora.

Vivir en la calle, ¿de nuevo?
Esa no es una opción.

Mi teléfono vibra en mis manos.
Que casualidad es Claire, la traje con el pensamiento.

"Que tal amigo, ¿como sigues? "

Yo le respondo.

"Tengo un problema amiga:( "

Y como siempre su respuesta no tarda en llegar.

"Ven a mi casa y hablamos, besos"

Junto al mensaje venía la dirección, le dejó comida a Perla y cogo las llaves del coche.

Pongo un poco de música para relajar el ambiente.
Estoy un poco cansado, esto de la mafia no está llendo tan bien, desconfian de mí.

Necesitamos ayuda extra...

Murió Leopoldo, aun cargo con eso.

No pasa mucho tiempo cuando ya me encuentro enfrente de su casa.
Una semimansión muy bonita de color blanco.

Ella se encontraba en el patio con una taza de café y aun en pijama, era de esperarse alas 8 de la mañana.

Al verme bajar del auto, ella se acerca ala puerta y me abre.

—pasa, pasa— yo le hago caso y pasó el porton, ella me dirige hacia adentro de su casa.

Apenas entrar veo su hermosa cocina, el comedor, las escaleras del segundo piso y la Sala.

Ella va a la cocina y rellena otra taza de café y me la pasa.

—tengo galletas por aquí, podemos comer esto en lo que llega Tom y Henry con el almuerzo— yo asiento con la cabeza.

—dime que pasó, ¿en que puedo ayudarte? — yo suspiro y le doy un trago al café.

—me mude al piso de Volkov otra vez, pero yo sabía que no podría pagarlo, pero igual lo hice, ahora sólo me queda para esta semana y con el sueldo no me termina de alcanzar, no quiero pedirle un adelanto al súper y menos decirle a volkov— ella me mira.

—si ese es el problema yo te puedo dar dinero no hay problema, o puedes quedarte a dormir aquí habitaciones sobran— yo niego con la cabeza.

—no Claire no quiero molestar— ella se rie.

—claro que no es una molestia es un placer para mi, Horacio se me olvido decirte volkov iba a venir a almorzar— yo me alteró, no quiero que el sepa que estoy aquí.

—por favor quédate, no le diré nada—¿en el Fondo quiero que sepa?

—no me iré, esta bién— llevamos una semana sin hablar, ¿se habrá enojado conmigo?

Se escucharon ruidos provenientes de afuera y ambos miramos por la ventana

Eran los tres hombres...

Y allí estaba el, riendo aún lado de sus amigos.

Los tres entraron y no tardo mucho en volkov darse cuenta de mi presencia, nos deteníamos las miradas.

Los tres se percataron de nuestras miradas, creo que es fácil leer nos.

Por casualidad (Volkacio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora