Tarde

4.7K 608 646
                                        

Ocho meses.

Ocho meses se habían ido de manera rápida, frente a los ojos de todos esos meses se fueron volando. Jimin pasó su tercer trimestre de su embarazo de manera tranquila.

Aunque... no tanto. Cuando Suho se enteró de su embarazo, claramente le dio un gran regaño por desobedecer sus órdenes. Le hizo un par de citas para monitorear su corazón para asegurarse de que todo estuviera yendo bien con él. Jimin tuvo que decirle a Yoongi porqué iría con Suho y no con su ginecólogo.

Se sentía mal, su esposo estaba contento y en una nube de ensueño durante su embarazo. Sin poder creérselo, Yoongi cada noche acariciaba el vientre de Jimin. Después de tantos años de intentar, nudos en la garganta al fallar e incertidumbre de si algún día lo lograrían, ahora veía como el cuerpo de su adorado esposo crecía conforme a su bebé lo hacía. Se enamoró una vez más de su dulce Jimin.

Y tener que bajarlo de allí y arrastrarlo a la pequeña espina de preocupación que Jimin tenía... evidentemente era algo que quería evitar.

Yoongi le preguntó porque irían a ver a Suho en lugar de Hansun, su ginecólogo. Jimin no le respondió, no podía, las palabras no le salían de la boca mientras su marido los conducía hacia el hospital.

El mayor en el matrimonio vio de manera atenta e inocente como Suho revisaba a su esposo. Con un par de miradas, Jimin le dijo a su doctor que no pudo decirle a Yoongi sobre su condición. Suho ladeó los labios decepcionado y con lastima de ser él quien debía darle la mala noticia a su amigo.

—¿Todo está bien? ¿No? —preguntó cuando terminó. Sentados en las sillas frente a su escritorio, Jimin y Yoongi esperaron por la respuesta. Suho se aclaró la garganta buscando la manera de iniciar esa mala noticia.

—Yoongi, seré sincero —inició con la verdad—Jimin ha estado teniendo problemas con su corazón —el agradable estado del mayor fue cayendo poco a poco a medida que Suho fue hablando—Le dije de antemano que embarazarse era una mala idea —Jimin bajó la mirada.

No había sido su intención. Cuando Suho le dijo eso, estaba dispuesto a dejar de intentar por una temporada. Pero entonces resultó que ya estaba embarazado. Y no dejaría ir esa oportunidad, jamás lo hubiera hecho. Yoongi se giró a ver a su pareja confundido.

—Le dije que es posible que su corazón no soporte el parto —si el de Jimin no soportaría eso, Yoongi tampoco sabía si podía soportar tener que procesar esa noticia en esos momentos.

Podría perder al amor de su vida.

—Jimin... —susurró mirando como su esposo evitaba hacerlo. Vio sus labios fruncirse y su rostro llenarse de pena. Iba a llorar—¿Por qué no me dijiste?

—N-No quería que te preocuparas —respondió Jimin, sintiendo su voz quebrándose y las palabras pesándole mientras seguían su paso por su garganta—Estabas tan contento por nuestro bebé que no quise romperte la ilusión —Yoongi entendió a Jimin.

Pero deseó que su esposo le hubiera dicho desde un principio. Así tal vez no sentiría ese miedo que lo comenzó a carcomer.

—¿Y no hay nada que podamos hacer? —con pesar, Suho sacó un paquete de pastillas de su escritorio. Las dejó encima de éste para dejar que el matrimonio las viera.

—Te prometí que conseguiría la manera de ayudarte —los ojos de Jimin se aguaron al ver el envase de plástico—Esto te hubiera ayudado y con el paso del tiempo te hubiera dado el permiso de embarazarte —Yoongi también fue golpeado por las ganas de llorar—Pero ahora no puedes tomarlas por tu embarazo, y me quedé sin opciones.

Jimin dejó que la primera lágrima cayera por su mejilla a la par que miraba la botellita de las pastillas.

Su mano bajó hasta su vientre. No se arrepentía de nada.

Un simple camarero |HopeV|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora