Un simple camarero |HopeV|

Un paso más

Jimin fue el primero en salir apenas nos estacionamos fuera del edificio donde Jungkook practicaba karate. Yoongi esperó a que yo me bajara para poder hacer lo mismo, y luego se pasó al lado de su esposo. Me paré a unos centímetros al lado suyo.

Otras madres y padres se fueron acercando en cuanto el reloj comenzaba a marcar las siete, segundos después los niños comenzaron a salir. Jimin los miró con deleite, algunos incluso lo saludaron y él les sonrió de vuelta.

Yoongi lo vio con una pequeña sonrisa también, serán unos buenos padres, pensé. Realmente esperaba que pronto Jimin pudiera embarazarse.

Dejé de mirar a Jimin cuando sentí unos bracitos rodear mis piernas y abrazarme con fuerza. Bajé la mirada para encontrarme con mi hermanito abrazándome, con el mentón apoyado en mis muslos y se reía. Me soltó para que pudiera agacharme y estar a su altura, le besé la frente y tomé su rostro con mis manos. Él amplió su sonrisa.

—¿Te divertiste? —pregunté, a sus espaldas veo a Sooyoung despidiendo a los demás alumnos. Me sonríe cuando me ve, pero luego mira curiosa a mis espaldas, pregunta con el ceño fruncido y una sonrisa. Yo le hago una seña para que sepa que son mis amigos.

«Tae hyung, ¿podemos comer spaghetti hoy? Se me antoja spaghetti» con mis dedos acaricio sus cabellos revueltos, le doy una sonrisa mientras lo hago.

—Claro, compraré los ingredientes de camino a casa —dicho eso, miro ligeramente por encima de mi hombro a las dos personas que esperaban ansiosas con sonrisas plantadas en sus rostro—Hay unas personas que quieren conocerte, son buenos amigos —sus grandes ojitos se iluminan con ello. Jungkook ama conocer personas, no me preocupa que en un futuro tenga problemas para hacer amigos por sí mismo a pesar de su condición.

Tomo una de sus pequeñas manitas y me enderezo, nos giramos a ver a los Min, me río ante la imagen que veo. Jimin se mordía las uñas mientras tenía un brazo entrelazado con su esposo. El señor Yoongi parecía más tranquilo, pero pude ver cómo fingió no estar mirándonos cuando nos giramos. Estaban nerviosos de conocer a un niño. Ternuras.

Cuando los ojos de Jimin se toparon con el pequeño Jungkook, su agarre en el brazo de su esposo se apretó visiblemente, apartó la mano de su boca y le sonrió resplandeciente. Se inclinó un poco para estar más a la altura de Jungkook. Cuando lo miro, él también le está sonriendo a Jimin.

Mueve su manita de lado a lado frenéticamente, en un saludo entusiasmado. Eso incita a Jimin a hacer lo mismo, Yoongi mira a su esposo con una sonrisa que más bien parece una mueca por esconder su llanto. Su emoción me conmueve igual, y pronto me encuentro tratando de aguantar mis lágrimas de igual manera.

—Hola, pequeño —saluda Jimin, mi hermanito le responde con la mano y una sonrisa enorme, enseñando sus dientes de conejo, Jimin parece derretirse ante eso—Me llamo Jimin, soy amigo de tu hermano —sus ojos suben para verme en cuanto dice eso, lo recibo con una sonrisa asintiéndole mirando hacia la mano que sostenía el peluche. Jimin se lame los labios nervioso—T-tengo un regalo para ti —tomando al peluche con ambas manos, Jimin lo alza despacio frente a Jungkook. Luce tan nervioso por la reacción que me causa tantas ganas de sonreír.

Jungkook abre la boca grande, asombrado ante lo lindo que es el peluche de conejito, su animal favorito. Me mira y puedo ver el brillo de sus ojos, le asiento dándole permiso a que aceptara el regalo. Lo toma cuidadosamente de las manos de Jimin, y cuando lo tiene, lo abraza feliz. Jimin se cubre la boca con sus manos mientras se vuelve a enderezar.

«Gracias, Jimin hyung»

Jimin le asiente feliz, me alegra que esté tan contento. Yoongi parece agradecido, según lo que me había dicho, Jimin estaba decaído. Y por lo visto, conocer a Jungkook lo había animado.