Un simple camarero |HopeV|

Deseo

Jimin dejó escapar un suspiro de sus labios mientras depositaba el postre de frutas en la isla de su cocina. Cuando tomó el cuchillo para cortar un pedazo para su madre fue que vio entrar a su marido por la puerta dando un último vistazo a donde su suegra se encontraba sentada esperando.

Ya casi pasaba de la media noche pero su madre insistió en probar el postre que había preparado Jimin, específicamente era para Jungkook, pero Yeora era testaruda.

—Espero no considere quedarse a dormir —mencionó Yoongi acercándose hasta su esposo para verlo partir un trozo. Jimin soltó unas risillas ante las palabras de Yoongi.

—No lo permitiré —rebatió—La sacaré después que se trague esto —Yoongi se rió ligero viendo a su esposo sacar el pedazo cortado con algo de brusquedad y un ceño fruncido, se acercó para dejarle un beso en su frente para tratar de tranquilizarlo.

—Voy a descansar, pasaré a ver a Jungkook y te espero en la cama, ¿de acuerdo? —Jimin asintió entonces estirando sus labios para despedirse de su marido, se dieron un beso corto y después de eso, Yoongi se fue de la cocina.

Mientras Jimin hacía lo mismo después de dejar el cuchillo sucio en el lavabo pudo escuchar a Yoongi avisarle a su suegra de que se retiraría, su madre respondió educadamente y le deseó buenas noches. Para cuando él empujó la puerta, Yoongi ya había subido las escaleras.

Le entregó el plato a su madre para sentarse el sillón del alado y verla con algo de fastidio, ya quería que se fuera.

Por unos minutos su madre se mantuvo callada mientras probaba el postre, Jimin la quería porque fuera de sus pensamientos errados y prejuicios, ella fue una buena madre con él. Sólo que tenía una mente horrible.

—¿Y cómo va el tema del embarazo? —pero Jimin más que nadie la clase de dolor de cabeza que podía ser en muchas ocasiones. Rodó los ojos discretamente, de todas maneras, su madre le haría hablar.

—Nada aún, seguiremos intentando de todas maneras —se limitó a responder, no quería darle incapie a que ella siguiera hablando y dijera algo estúpido. Los ojos de Yeora se entrecerraron mientras elevaba su mirada hacia el segundo piso de la casa.

—Sigo pensando que Yoongi es el problema, confío en que eres capaz de embarazarte —Jimin se tensó, no le gustaba para nada hacia dónde se estaba dirigiendo su madre. Su postura calmada y relajada pasó a ser uno donde estaba alerta a cualquier ataque.

Porque cada palabra de su madre debía ser tomado como tal. Un ataque.

—Dije que lo seguiremos intentando, confirmamos que ambos somos fértiles, sólo es cuestión de tiempo —Yeora negó y eso no le gustó a Jimin, sabía que estaba a punto de decir algo absurdo.

Pero esperó y vio como ella dejaba el plato en la mesa de centro, luego se aclaró la garganta y le miró seria. Se quedó callada pensando un tanto en que decir, Jimin lo pudo ver en sus ojos. Él también entrecerró los suyos, avisándole a su madre que tuviera cuidado con lo que diría. Pero como era costumbre, a Yeora poco le importó.

—¿Has pensando en intentarlo con alguien más? —Jimin casi sintió su alma salir de su cuerpo apenas escuchó eso.

Quiso jadear en sorpresa; pero esa actitud de su madre ya no le sorprendía, quiso gritarle; pero sólo ganaría alertar a Yoongi y eso sería peor. En su lugar, decidió reclamarle.

—O sea, ¿quieres que engañe a mi marido? —preguntó en un tono que no era para nada amistoso—¿Entiendes lo que dijiste?—su tono de voz denotando lo infeliz que estaba con el comentario—Yo quiero ser padre, sí, pero también quiero que sea de mi esposo, no quiero ningún bebé sino es de su sangre —Yeora entonces intervino.