Es hora

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Hoseok despertó solo.

Bueno, él y su jaqueca por la cruda.

Se restregó la cara con las manos cuando se sentó en su cama para estirarse. Miró la ventana abierta que tenía y se perdió en ella unos segundos. El sol apenas estaba saliendo y el viento era fresco.

Se paró para bajar a la cocina y prepararse algo para desayunar. Mientras bajaba por las escaleras vio a Wheein recostada en su gran sofá con una sábana y almohadas de su cama. La chica tenía una camisa que reconoció como suya y su vestido estaba tendido en el otro sillón individual a un lado suyo.

Sonrió cuando la escuchó roncar tiernamente. Ah, esa chica era un caso. Mientras le veía recordó que cuando llegaron a su casa le dijo que podía dormir en su cama y él lo haría en su sofá. La chica educadamente le dijo que ella podía estar cómoda en su sofá, y antes de que Hoseok pudiera reclamar, ella cayó dormida en el suave mueble.

Aún borracho, Hoseok fue hacia su habitación para buscar una camisa grande y cómoda para ella. Bajó a tropiezos y balbuceando que debía despertarse para cambiarse de ropa.

Wheein puchereó al ser despierta, y confundió a Hoseok entre sus sueños, así que cuando éste se inclinó para cubrirla una vez cambiada de ropa, ella dejó que Hoseok le diera un beso casto en sus labios.

—Dios santo —murmuró al recodar el beso que se habían dado en el club.

Pero a Wheein le causó más gracia ver las fotos que les habían tomado cuando despertó y se encontró con un Hoseok teniendo una crisis.

—La nueva pareja de Jung Hoseok —allí Wheein rodó los ojos con fastidio—Son unos metiches, podríamos ser primos, ¿no es así? Al final del día tenemos el mismo apellido —ellos bromeaban con eso seguido. Eso logró sacarle una pequeña sonrisa a Hoseok.

Tal vez no todo era tan malo después de todo, así que se permitió reír junto a ella después de la conversación.

—Sí que estábamos borrachos —Wheein asintió riéndose.

—Ahora que te veo me da cosita saber que te besé —ella fingió una mueca de asco, que ofendió a Hoseok también en broma. Le lanzó un pedazo del pan que estaba comiendo—Ay, ¿te ofendí, niño?

—Soy mayor que tú, niña —la verdad es que no le tomaron tanta importancia a las tonterías que hicieron cuando estuvieron ebrios. Acordaron que era eso nada más, por lo borrachos que estaban.

Hoseok sabía que no sentía nada por su amiga, era sólo eso. Una amiga.

Por otro lado, su corazón aún esperaba por Taehyung. No dejaba de amarlo y al ver que dos años pasaron sin saber de él, supo que posiblemente jamás deje de amar a ese bonito chico a quien esperaba con ansias.

Incluso si nunca aparecía, él siempre lo iba a amar. Lo sabía de sobra.

Taehyung fue en busca de Jin apenas volvió a Seúl. Ni siquiera a él le dijo a dónde iba, no quería que su gran bocota le dijera por accidente a Hoseok. Él no estaba listo para verlo de nuevo.

Jin se veía más que sorprendido cuando abrió la puerta del departamento de Namjoon. Incluso casi se cae al verlo parado enfrente suyo.

—Ho-

Y le cerró la puerta en la cara. El saludo de Taehyung se quedó en el aire y del otro lado Jin estaba teniendo un ataque nervioso, ¿era ese Taehyung?

Lucía diferente, tenía el cabello más largo y había bajado un poco de peso. Jungkook también parecía más grande, ya debería tener diez años.

Un simple camarero |HopeV|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora