11/10/2020 - Cantimplora.
Estaba a punto de perderlo todo: su palabra de volverse el ayudante de Naruto cuando se volviera Hokage; sus sueños; sus esperanzas; su voluntad de fuego; su vida. No encontraba una alternativa posible para salir de la situación en la que se encontraba. Eso era particularmente frustrante, porque la razón de que lo hayan nombrado líder para esa misión era por sus grandes habilidades analíticas y su capacidad de razonar a velocidades sobre humanas.
Ahí estaba, había caído en el genjutsu del enemigo, el mismo que había aprisionado a Sai y, muy probablemente, a sus compañeros de equipo. Él era consciente de que estaba bajo los efectos de un ataque, pero ya no tenía el ímpetu de salir de él. ¿Qué caso tenía? Ninguna de las estrategias que había armado hasta el momento había resultado efectiva. Además, si lograba liberarse del genjutsu, seguramente le tocaría enfrentarse contra sus camaradas, y no contaba con el chakra suficiente como para salir bien librado (sin mencionar que ya era de noche, y la luz lunar que penetraba por las ventanas de la edificación no era suficiente como para efectuar un jutsu de posesión de sombra efectivo).
Era consciente de que seguramente estaba a punto de enfrentarse a su fin, no había nadie que pudiera salvarlo en ese momento. Asuma había muerto hacía ya algunos años; Naruto estaba demasiado ocupado con sus estudios para volverse el sucesor de Kakashi; y Temari... ella seguramente no tuviera el más mínimo interés en verle el rostro. Tampoco la culpaba, sabía a la perfección que se había comportado como un completo idiota la última vez que se vieron: ella lo había interrogado con respecto a la peligrosa misión que le habían encomendado, y él le había asegurado que, como no era un asunto que involucrase a la Aldea de la Arena, tampoco le incumbía a ella. ¿El saldo de su estupidez? Una bofetada y ver a la kunoichi más despiadada derramar algunas lágrimas.
Inmediatamente supo que, si es que existía alguna mínima posibilidad de poder comenzar un romance con ella, se había esfumado. Su mente lo traicionó, y el estar atrapado en ese jutsu no le impidió recordar el momento exacto en el que ella llego, con la poca sutileza que la caracterizaba, para salvarlo de morir a manos de Tayuya. Suspiró perdido en sus memorias, si tan solo alguien le hubiera dicho que a veces debía de tomar decisiones con el corazón y dejar de lado su cerebro, quizás hubiera sido capaz de invitarla a salir, aunque sea tan solo una vez, como algo más que simples compañeros de trabajo.
El ruido de material de construcción rompiéndose y la intromisión de sus amigos, Ino y Chouji, le permitieron volver, aunque sea de forma limitada, a la realidad. Se sorprendió al verlos de pie, acudiendo a su rescate, pero la fuerza del genjutsu en el que Gengo lo había hecho caer no le permitió pensar que fuera otra cosa más que un sueño (seguramente el último que tendría antes de morir).
─¡Shikamaru! ─una voz estruendosa se hizo presente. Sintió como era jalado del cuello de su camisa por la rubia que le había rodado los pensamientos. Al verla allí, frente a él, solo le permitió tartamudear su nombre; ahora lo entendía, la ráfaga de viento que abrió un hueco en una de las paredes había sido provocada por ella─. Se supone que tú eres el hombre con el que debo contar, ¿verdad? ¿Entonces qué esperas para despertar? ─el tono amenazante que utilizó debió de haber servido como advertencia de lo que se avecinaba, le propició tal golpe en la mejilla que lo dejó tumbado sobre el suelo. Tal acto no hizo otra cosa que no sea liberarlo del genjutsu.
─¡Para, Temari! ─la regañó Ino, saliendo en defensa del Nara. El azabache no entendía cómo habían hecho para encontrarlo, pero estaba seguro de que la mayor había utilizado todos los recursos que poseía para ello. Y pobre de aquel que se haya animado a interponerse en su camino.
─Vas a terminar matándolo ─observó Chouji, contemplando como su amigo yacía en el suelo y preguntándose qué había hecho Shikamaru para terminar con una mujer con tal carácter.
─¡No lo entienden! Eso es lo que se merece tras haberme mentido la última vez que nos vimos ─Su reclamo fue acallado por el sonido que el Nara emanó al hablar.
─Lo siento, Temari ─los tres voltearon a verlo: se encontraba sentado, sobándose la zona en la que había recibido el golpe, y miraba a la nombrada con una sonrisa sincera en los labios─. Gracias a ti, he podido despertar.
Sabía que ese lugar no era el adecuado para dar inicio a alguna escena melosa, por lo que decidió ponerse de pie para cumplir el objetivo que ahora llevaba en mente: derrotar a Gengo e invita a Temari a salir. Porque él la había pasado fatal en varias oportunidades, pero ella siempre había estado para él. Porque, aun cuando estaba vagando por el desierto de su propia incertidumbre, luchando con las barreras que él mismo se creaba, Temari era como la cantimplora capaz de evitar que muriera deshidratado.
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Writetober ─ Shikatema
FanfictionUna serie de one-shots basados en la pareja de Shikamaru Nara y Sabaku No Temari. La lista que voy a usar es la de @EnkWithMigraine, les dejo el link de su Twitter https://twitter.com/EnkWithMigraine?s=09