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Vacaciones de verano...
Jen había sido invitada a la casa de los Weasley, su mejor amiga Ginny le propuso pasar las vacaciones de verano con ellos y luego de pedirle permiso a sus padres estos aceptaron a regañadientes dejando ir a la rubia a la casa de dicha familia. Hoy era el segundo día que se encontraban en la madriguera, la verdad era que se pasaba muy bien, todos los días había algo nuevo y hoy no sería la excepción.
—Querida Jen Malfoy, me harías el honor de mover tu bello trasero de mi lugar.— Dijo Fred haciendo una reverencia a lo que Jen río y negó.
—¡Fred!.— Resongó Molly desde la cocina.
—Tranquila Molly, puedo tratar con esto.— Con una sonrisa burlona miró a Fred y río. —No fotocopia humana.
—Si así lo quieres...— No tubo más remedio que sentarse en el regazo de Jen, haciendo que los presentes se rieran.
—Bien ya quítate que pesas.— Dijo Jen entre risas.
Todos se sentaron para dar comienzo al delicioso almuerzo preparado por la señora Weasley quién miraba con cariño a su familia incluyendo a la rubia al lado de su hija.
—Esto está delicioso Molly.— Dijo Jen comiendo con asombro, la verdad es que amaba la comida de la madre de su mejor amiga, no se comparaba con la comida de su casa que era preparada por los elfos domésticos, está tenía un sabor diferente, supuso que el amor de madre no podría ser reemplazado con nada.
—Gracias querida, come todo lo que quieras.— Ambas se dedicaron una sonrisa y el almuerzo continuo.
Mientras comía la rubia recordó la primera vez que había hablado con Ginny y como está no la había dejado de lado a pesar de ser un año mayor que ella y sobre todo, que su hermano fuese Draco Malfoy, el rubio podía ser molesto, incluso bastante agresivo con ellos, en cambio Jen era todo lo contrario, dicho estaba que era la oveja negra de la familia al ser enviada a Gryffindor.
Ese día su padre casi muere de un infarto.
Por lo cuál, tanto Lucius como Narcissa consideraban que no había más nada que hacer por la chica, esta era todo un caso a parte. Cuando Ginny presentó a la rubia con sus padres estos, por costumbre, pensaron que sería una mala influencia para su hija, sobre todo por tener el apellido Malfoy, pero al conocerla observaron que está era completamente diferente de su familia.
Desde ese momento supieron que Jen era especial, con todo el sentido de la palabra, era como una hija más para Arthur y Molly.
Luego de comer, todos empezaron con sus respectivas actividades, Jen ayudó a la señora Weasley a limpiar los platos y luego de ello comenzó a leer nuevamente el libro de pociones que Hermione le había regalado por navidad. De fondo unos pasos apurados junto con unas risitas la sacaron de su concentración, al levantar la mirada se encontró con los hermanos gemelos quienes la observaban con malicia.
—¿Qué hicieron ahora?.— Preguntó Jen con una sonrisa.
Los gemelos ahogaron una risa y de sus espaldas sacaron un cuaderno forrado con cuero marrón, Jen conocía eso perfectamente, era su diario.
Fred fingió una tos para leer cómodamente y comenzó;
—"Querido diario, hoy Lunes he llegado a la madriguera, Ron no a parado de verme desde que llegué, me gusta..."— No pudo seguir al sentir el manotazo de la rubia tratando de sacarle el diario.
Jen estaba completamente roja, avergonzada, por un descuido de la rubia y la menor de los Weasley los gemelos habían descubierto hacia poco tiempo los sentimientos de la chica por su hermano menor, así que estos la molestaban ocasionalmente.
—¡Chicos no es gracioso! ¡Alguien podría oírlos!.— Dijo Jen dando pequeños saltos para alcanzar el brazo de George.
—Si chicos alguien podría oírlos.— Jen se congeló, giró lentamente con su rostro carente de felicidad alguna y vio al chico de ojos celestes y cabello colorado viéndola con una sonrisa burlona, recostado en la puerta de la entrada de la casa.
—¡Nos vemos Jen, suerte!.— Dijeron los gemelos en unísono y desaparecieron, dejando a Jen sola con el pelirrojo mientras maldecía por sus adentros no a verle puesto un hechizo al diario para que así nadie pudiera leerlo más que ella.
Ron se acercó lentamente y cruzó sus brazos mirándola con una sonrisa burlona aún en su rostro, aunque demostraba cierta "seguridad" la realidad era que estaba cagado hasta los pies. Una de las chicas más hermosas de Hogwarts estaba interesada en él, sin dudas eso no pasaba todos los días.
—¿Así que no dejo de verte desde que llegaste?.— Dijo este con la misma sonrisa aunque su voz salió temblorosa por los nervios.
—Ron no es lo que crees, yo puedo e-explicarlo...
Ron en un impulso de valentía besó sus labios dejándola con las palabras en la boca, el corazón en la garganta y las manos temblorosas. Cuando se separó el Weasley se dió cuenta de su acción volviendo en si al mismo Ron de siempre, nervioso y algo torpe.
—Nos vemos d-después Jen...
Y con rapidez subió hasta su habitación donde se encerró de un portazo sosteniendo su pecho en el intento de que su corazón se tranquilizara.
En cambio, Jen respiraba rápidamente algo confundida aún, rozó con la yema de sus dedos el lugar donde Ron había besado, con vergüenza sonrió sonrojadose en el momento, sin dudas no olvidaría ese beso.
Ni tampoco los gemelos Weasley quienes observaron todo desde la ventana de la cocina.
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𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓 » 𝐡𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐩𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫
RandomHistorias sobre algunos personajes de Harry Potter. Todos los personajes a excepción de la/s protagonista le pertenecen a J.K Rowling. _______ 1 en #hermionegranger | 19/08/24