𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓 » 𝐡𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐩𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫

29. 𝑹𝑶𝑵 𝑾𝑬𝑨𝑺𝑳𝑬𝒀

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—Recuerden, para lanzar un Patronus, deben pensar en su recuerdo más feliz. Ese momento que les arranca una sonrisa incluso en los días más difíciles.

Viviana se detuvo, sorprendida al notar la sonrisa traviesa en los labios de Ron.

Siempre esa maldita sonrisa.

—Y cuando lo tengan —continuó Harry, notando la distracción de Viviana—, deben decirlo con claridad: Expecto Patronum.

Viviana volvió en sí, sacudiendo la cabeza mientras reanudaba la instrucción. El riesgo de estas clases clandestinas era grande, pero valía la pena. Todos estaban dispuestos a desafiar el peligro.

—¡Vamos, chicos! Concéntrense en algo significativo. No en la hamburguesa que te comiste ayer, Fred —dijo, conteniendo una risa.

Fred soltó una carcajada, y Viviana no pudo evitar contagiarse. Siempre había sido complicado para ella no leer los pensamientos de los demás, por lo que todos en su entorno se esforzaban por mantener sus mentes en calma cuando estaban cerca de ella.

Observó a Luna, que había logrado conjurar su Patronus, y la felicitó con una cálida sonrisa antes de continuar su ronda entre los alumnos. Se sentía segura, como si realmente estuviera hecha para esto. Ser hija de Lupin tenía sus ventajas.

Cuando sus ojos se encontraron con los de Ron, Viviana vio que él también había conseguido conjurar su Patronus. Se acercó curiosa, y al ver que era un puma negro, se quedó sin aliento.

—¿En qué pensaste para lograrlo, Ron? —preguntó, tratando de disimular el leve rubor que coloreaba sus mejillas.

Ron sonrió de esa manera encantadora que siempre la hacía sentir nerviosa.

—Pensé en nuestro primer beso... y en el día en que te dije que te quería.

El rubor en sus mejillas se intensificó, y sin pensarlo, le dio un suave beso en la mejilla.

—Eso es... muy dulce —murmuró.

—Demasiado cursi, diría yo —interrumpió Fred.

—Sí, ya nos dio diabetes —añadió George, sin perder la oportunidad de burlarse.

Viviana soltó una carcajada, y por un momento, toda la tensión de las clases secretas se desvaneció. Pero volvió a enfocarse en el grupo de alumnos.

—Deberían estar practicando, ustedes dos. No querrán que les ponga un Troll en el examen, ¿verdad?— Dijo Viviana en forma de broma mientras contenía una risa.

—Como ordene, profesora Lupin —dijeron los gemelos en coro, imitando un saludo militar.

Ron la observó con una mirada divertida.

—Profesora Lupin suena bastante bien, ¿no crees? —comentó con picardía—. ¿Qué te parece si mañana por la tarde te escapas conmigo? Doce y media, en el Lago Negro. Podríamos evitar a Filch y... ya sabes, disfrutar un poco de la tarde.

Viviana soltó una risa suave y asintió.

—Acepto, Sir Weasley. Será un placer.

Ambos sonrieron, y volvieron a practicar. No había dudas en la mente de nadie: esos dos estaban destinados a estar juntos.