Historias sobre algunos personajes de Harry Potter.
Todos los personajes a excepción de la/s protagonista le pertenecen a J.K Rowling.
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1 en #hermionegranger | 19/08/24
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Alana había sido solicitada por Dumbledore para participar y ser parte de la Orden del Fénix. La pelirroja siendo hermana menor de Arthur aceptó ya que según su hermano, pertenecer en dicho grupo era por un bien en común.
Llegaba unos minutos tarde debido a su trabajo en el ministerio como doble agente, al entrar a la dirección dada Grimmauld Place número 12, se dió cuenta que dicha ubicación era la casa de los Black.
—¿Quién eres tú?.— El niño que sobrevivió la vió ingresando a la casa, este con desconfianza se alejó de la pelirroja pero está al verlo pudo identificar de quién se trataba.
—Hola Potter, es un placer conocerte.— Sonrió demostrando confianza. —Mi nombre es Alana Weasley, soy la hermana de Arthur.— Ambos estrecharon sus manos más tranquilos, aunque Harry no dejaba de lado esa pizca de desconfianza.
—¡Tía Alana!.— Dijeron los hermanos Weasley, Ginny saltó a los brazos de su tía echandola de menos, eran pocas las ocasiones en las que Alana podía ver a su sobrinos, pero cuando lo hacía no desaprovechaba la ocasión para estar con ellos.
Luego de los saludos y los abrazos Alana le encargó a Fred que la guiará hasta donde se estaba dando la reunión en concreto, entró sin tocar y al darse la vuelta se encontró con su hermano y cuñada, Lupin, Tonks, Alastor Moody, Sirius Black y otras personas que no conocía muy bien pero que supuso de igual forma que eran parte de la Orden.
—Veo que lo suyo no es llegar a tiempo señorita Weasley.— Dijo Alastor viéndola con su cara seria como de costumbre.
Siempre la intentaba intimidar con esa cara en el ministerio, pero nunca lo lograba, no era sorpresa saber que aquellos dos no se llevaban para nada bien, la pelirroja retiró sus abrigos y saludó a su hermano y cuñada con un beso en la mejilla.
—¿Cómo estás Molly querida?.
—Dentro de lo que cabe bien, me alegra verte cariño.— Si un deseo había pedido Alana de pequeña era tener una cuñada como Molly, ella irradiaba esa aura maternal que extrañamente la hacía sentir sumamente cómoda a su alrededor, luego de sonreírle en respuesta se giró en dirección a Moody y sonrió con sorna.
—A diferencia tuya Moody, el ministro me necesita casi las veinticuatro horas del día.— Tomó asiento junto a su hermano y se sentó recta con mirada fría, con un asentimiento de cabeza saludó desde lejos a Remus y Sirius.
Conocía a Remus desde hace unos años, pues este había estudiado con la castaña en un curso sobre Defensa Contra las Artes Oscuras, en cambio a Sirius, había sabido de él por los crímenes que este había cometido, a pesar de la leve tensión que podía sentir con él, no quiso dirigirle la palabra, no estaba del todo segura aún de su inocencia.
