Prólogo.

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"---- ¡Pero yo realmente creo que me gustas!"

Bien, así que aquí estaba.

Probablemente haberse confesado ante su crush en medio de un pasillo escolar era la peor idea que tuvo en todos sus (casi) dieciseis años, pero bueno, ya no podía retroceder.

---- ¿Y?, ¿Crees que yo puedo hacer algo ante eso? ---- ante la pregunta de Aván, Efrén realmente quiso largarse de ahí y encerrarse en su habitación para llorar toda la tarde, pero se contuvo lo que más pudo.

---- C-creo que podríamos funcionar bien ---- tartamudeó en voz baja. El otro soltó un bufido.

---- El sistema nunca antes ha designado una pareja entre dos hombres. ---- fue su respuesta. Aunque Efrén sabía de esto, no pudo evitar desanimarse.

---- Q-quizás esta vez sea diferente... ---- medio susurró, antes de cerrar los ojos para prepararse mentalmente para lo que iba a decir ---- ¡Y-yo realmente siento que eres mi alma gemela!

Habían muchos que estaban observando la penosa escena y con las caras llenas de disgusto, comenzaron a murmurar entre sí.

"Que audaz"

"¿Qué tipo de payaso es este?"

"Nunca había oído que el sistema pusiera a dos hombres como amantes. ¿Siquiera existe eso?"

"Una pareja de hombres... ¡Que locura!"

El rostro de Aván ni siquiera trató de ocultar su incomodidad. Miró al chico más pequeño frente a él y contuvo sus ganas de gritarle un par de cosas; gracias a él estaba siendo el centro de atención, ¡y no de forma buena!

---- En tres meses mi alma gemela me será designada... y muy probablemente no seas tú ---- dijo, intentando sonar lo más comprensivo posible. Efrén suspiró.

---- Pero yo...

----  Si no tienes nada que decir, es mejor que me vaya.

Cuando Efrén vio la figura del chico más alto irse, trató de ocultar sus ganas de llorar frente a todos los ojos curiosos que lo observaban ahora mismo.

---- Pero yo estoy muy seguro de que eres mi alma gemela....

A los pocos segundos, sintió una mano posarse en su hombro. Su mejor amigo lo miró con compasión y le dio un par de sonrisas para reconfortarlo.

----- Hermano, ya tendrás otra oportunidad.

......... 🌦 ..........

Los siguientes días se volvieron un martirio para Aván.

¡Y es que ese pequeño chico no se rendía!

Lo seguía de aquí para allá con la cabeza gacha, murmurando tonterías en voz baja y pidiéndole que por favor aceptara sus sentimientos. Habían veces en el que al abrir su casillero, varias cartas de amor caían al piso, lográndolo poner de malhumor y provocando que tuviera unas inmensas ganas de golpear a ese niño.

¿¡Su alma gemela!?, ¡Su alma gemela una mierda!

---- ¿Tú no te cansas?---- preguntó, un día que había venido a sentarse en una banca y en cosa de segundos, el chico había aparecido a su lado.

---- Es que tú no entiendes...

---- ¡No, tú no lo entiendes- gritó, pero se calmó cuando vio que varios miraban en su dirección ---- ¡No soy a quien buscas!

Efrén miró al piso, sin atreverse a hablar. Sin embargo, tampoco se fue.

---- Mira, no quiero ser malo. ¿Sabes? ---- habló Aván, después de un rato en silencio ---- Pero, no me gustas. No me gustas para nada.

90 días antes de perderte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora