Capítulo 6.

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---- Si te vas con él, todo cambiará. ----  susurró a su lado el de ojos grises, él le dio una calada a su cigarrillo y lo miró. 

---- Quiero intentarlo, yo lo amo.

----  No puedes hacerlo ---- él hizo el amago de tocar su rostro, pero se alejó.

---- ¿Por qué es un hombre? ---- preguntó con rabia. El otro negó con la cabeza.

---- Porque es algo incorrecto y saldrás herido. Sabes que quiero lo mejor para ti, yo...

---- ¡No puedes controlarme más! ---- terminando su cigarrillo, lo tiró al suelo y lo pisó con furia, antes de irse corriendo. 

Jamás sabría que el que antes estaba a su lado miró al piso y suspiró, con sus ojos llenándose de lágrimas y las palabras atravesadas en medio de su garganta.

"Yo te amo". - después miró la pulsera en su muñeca y sintió que el nudo en su garganta crecía - "Pero jamás podrás escucharlo." 

......... 🌦 ..........

---- Mi pequeño Efrén, yo entiendo que cantar como desquiciado es cosa de borrachos, pero, ¿Me puedes explicar por qué sin ni siquiera una gota de alcohol en tu sangre quisiste morder a Aván?

Al día siguiente, Efrén estaba escondido debajo de las sábanas de la cama de Thomas, quien por supuesto, no se había abstenido de hacer preguntas. Con sus rulos devuelta y un dolor de cabeza insoportable, quería degollarse a sí mismo.

---- Nunca más asistiré a una fiesta... 

Thomas estaba sentado en su cama, quiso quitar las sábanas para ver el rostro de Efrén, pero su mejor amigo las agarró con fuerza y siguió lamentándose por su propia existencia.

---- Me odio, me odio. ¿Qué estaba pensando?, ¡Él no querrá verme nunca más!, ¡Casi lo muerdo! 

---- Je, je. Que ternurita tonta estás hecha. Siempre pensé que cuando te enojabas eras como un gato, ¡pero en realidad eres un cachorrito! Mi manera de adorarte va en ascenso. 

Efrén ignoró sus palabras, acostumbrado a que él lo tratara como si fuera su hijo. Entre quejidos, pensó a que país se mudaría ahora para no tener que verle la cara a Aván nunca más.

---- Italia sería una buena opción, Francia quizás... 

Thomas, adivinando sus intenciones, bufó ---- Que no sea un lugar tan caluroso, sabes que odio estar sudado. 

Lentamente, los ojitos brillantes de Efrén se asomaron por entre medio de las sábanas ---- ¿Te irías conmigo? 

Su mejor amigo sonrió, queriendo pellizcar su mejilla y chillar en su oído lo tierno que era.

---- Por supuesto que sí, chiquitín. La pregunta me ofende. 

Sin siquiera ver el resto de su rostro, Thomas sabía que Efrén estaba sonriendo ---- Bien...

Él soltó una risa y negó con la cabeza. 

---- Levántate y vístete, más tarde debemos ir a la escuela.

¡¡Que injusto ir a la escuela un sábado!! Pero bueno, no es como si fueran a estudiar. Sólo tenían que asistir a una tarde deportiva, una de las actividades de celebración por el aniversario de la institución. 

---- ¡No quiero! ---- gritó Efrén al instante ---- Faltemos. 

---- Chiquitín...

---- ¡No es algo importante!

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